El comandante del Distrito Militar de Washington, el general de división Michael Linnington, ordenó hoy que el soldado Bradley Manning, ex analista de inteligencia acusado de filtrar miles de documentos clasificados a WikiLeaks, sea juzgado por una corte marcial.

Linnington hizo hoy pública la decisión después de revisar los testimonios y argumentos de la audiencia preliminar, que tuvo lugar el pasado diciembre en Fort Meade, Maryland.

El siguiente paso en el proceso es que el brazo judicial de las Fuerzas Armadas estadounidenses asigne un juez militar para el caso, que será el encargado de fijar el lugar y la fecha para el juicio militar.

La decisión de Linnington ratifica las recomendaciones que el teniente coronel Paul Almanza, presidente del tribunal castrense que celebró la vista preliminar sobre el caso en diciembre, y el coronel Carl Coffman, comandante de la guarnición de la Base Conjunta Myer-Henderson Hall, hicieron recientemente acerca de que Manning debía ser juzgado por un tribunal militar.

Manning, de 24 años, podría ser acusado, entre otros cargos, de "ayuda al enemigo", por el que podría ser condenado a cadena perpetua.

Los otros cargos incluyen robo de bienes públicos y documentos, difundir información relativa a la defensa y la violación del reglamento del programa de seguridad de información de las Fuerzas Armadas.

En la audiencia preliminar de diciembre pasado, la acusación presentó testimonios y pruebas informáticas que, en su opinión, demuestran que Manning transfirió más de 700.000 documentos clasificados a la red WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange.

Manning trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta su detención, en mayo de 2010, cuando un informante del Pentágono, el pirata informático Adrian Lamo, supuestamente le delató.