La matanza en la ciudad siria de Homs "es parte de un plan del régimen para liquidar las zonas que escapan a su control", señaló Ahmad Ramadan, dirigente del Consejo Nacional Sirio (CNS), uno de los principales órganos opositores.

El Ejército del presidente sirio, Bachar al Asad, bombardeó hoy intensamente la ciudad central de Homs, donde al menos 18 personas murieron esta mañana, informaron los opositores Comités de Coordinación Local y la Comisión General de la Revolución Siria.

Ramadan señaló que Al Asad está "aprovechando" el espaldarazo de Rusia y China, que el sábado pasado vetaron la última resolución sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El CNS advirtió de que el plan de Al Asad supuestamente denominado "Operación de la solución militar" consiste en permitir a las fuerzas militares que maten 2.000 personas diarias durante cinco días.

"Antes de que comenzara esta nueva masacre, pedimos a todas las organizaciones internacionales que intervinieran para impedir la matanza", destacó Ramadan, que acusó a Rusia de ser "cómplice" de los asesinatos.

Además, el opositor destacó que la visita mañana del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, a Siria tiene por objetivo "evaluar la acción de las fuerzas sirias sobre el terreno y las necesidades del régimen, así como aumentar el apoyo político".

En alusión a la reunión que el próximo sábado mantendrán los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe, Ramadan mostró su esperanza en que supriman las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales con Siria y que reconozcan al CNS como representante legítimo del pueblo sirio.

Homs, uno de los bastiones de la oposición siria, es escenario de intensos ataques por parte de las fuerzas leales a Al Asad, que el pasado viernes perpetraron una matanza en la que murieron 147 y 260 personas, según distintas fuentes opositoras.

Esta masacre ocurrió horas antes de que Rusia y China vetaran una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para dar una salida a la crisis en Siria mediante el apoyo al plan de transición de la Liga Árabe.

Esa hoja de ruta árabe estipula que el presidente sirio, Bachar Al Asad, traspase sus poderes al vicepresidente y se forme un Gobierno de unidad nacional.

Desde que comenzó la revuelta contra el régimen en marzo pasado, más de 5.000 personas han perdido la vida por la represión gubernamental, según datos de la ONU, aunque los opositores señalan que las víctimas mortales superan las 7.000.