Al menos cinco personas murieron hoy en Homs, entre ellos dos menores, por la represión de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, que continúa su ofensiva contra este bastión opositor, objetivo de bombardeos desde hace casi una semana.

Según los opositores Comités de Coordinación Local, a los cinco muertos en Homs (centro) se suman cuatro en Al Dumair, en las afueras de Damasco.

La Comisión General de la Revolución Siria destacó que unos cien proyectiles impactaron desde el amanecer en el barrio de Bab Amro, el más castigado por los ataques del régimen en Homs.

Ese mismo grupo aseguró que hoy no se llevó a cabo la oración musulmana del viernes en ninguna de las mezquitas de ese barrio.

Los francotiradores siguen apostados en las azoteas de algunos edificios y disparan contra todo aquello que se mueve, subrayó la Comisión.

Mientras, las fuerzas del régimen también bombardearon los barrios de Karam al Zeitun, Dauar al Fajura, Bab al Drib y Yib Yandali, entre otros, y llevan a cabo registros de viviendas en el distrito de Al Inshaat, apuntaron los Comités.

Por otro lado, la Comisión agregó que las fuerzas del orden dispararon contra manifestantes en Dael y Basar al Harir, en el sur del país, y en Latakia, junto a la costa mediterránea.

Asimismo, los efectivos del régimen abrieron fuego contra los asistentes a un funeral en Al Dumair, en la periferia de Damasco.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

Esos ataques coinciden hoy con un doble atentado en Alepo, la segunda ciudad del país, que ha causado 25 muertos y 175 heridos, según el Ministerio de Sanidad.

El Ejército Libre Sirio (ELS), integrado por militares desertores, ha reivindicado la autoría del ataque contra dos sedes de la Inteligencia y de la policía, aunque la televisión oficial siria lo ha atribuido a "grupos terroristas".

Desde que comenzó la revuelta contra el régimen sirio en marzo pasado, más de 5.000 personas han perdido la vida por la represión gubernamental, según datos de la ONU, si bien las autoridades acusan a grupos terroristas de estar detrás de la violencia.

Los opositores señalan que las víctimas mortales superan las 7.000.