El viceministro de Asuntos Exteriores chino, Ma Zhaoxu, llegó ayer a Teherán, capital iraní, para estudiar vías que impulsen la opción de abrir conversaciones multilaterales sobre el controvertido programa nuclear de Irán, según informa la agencia local de noticias Fars.

China pertenece al Grupo 5+1, formado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, que trata de reanudar las conversaciones con Irán sobre su polémico desarrollo atómico.

El régimen de los ayatolá, que también ha mantenido contactos recientes con una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que volverá a visitar Irán entre el 20 y el 22 de este mes, se ha mostrado de acuerdo con volver a reunirse con el G 5+1, aunque aún no hay acuerdo sobre fecha y lugar.

El viernes, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad Común, Catherine Ashton, coordinadora del G 5+1, dijo en México que Irán tiene que cumplir el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y permitir las inspecciones de la OIEA Ashton afirmó, además, que existen indicios de que el régimen persa desarrolla armas nucleares.

Irán niega tajantemente que su programa nuclear tenga fines armamentistas y reitera que es exclusivamente civil y pacífico, al tiempo que repite que cumple sus obligaciones con el TNP y permite las inspecciones del OIEA.

China, junto con Rusia, ha impedido recientemente la imposición de nuevas sanciones en la ONU a Irán por su programa nuclear, promovidas por los estados occidentales. A su llegada a Teherán, Zhaoxu se entrevistó con el subsecretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Bageri, con quien trató del desarrollo de las relaciones bilaterales en diversos campos, además de discutir asuntos internacionales de interés mutuo.

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán se encarga de la cuestión atómica y su secretario, Said Jalili, es el negociador iraní en las conversaciones sobre el programa nuclear del país.

China es el primer socio comercial de Irán y los dos países han incrementado sus relaciones en los últimos años.

En 2011, China aumentó sus importaciones de petróleo iraní en un 30 por ciento respecto a 2010, hasta una media de 557.000 barriles diarios, aunque en enero de este año se han reducido a poco más de la mitad, unos 285.000 barriles diarios.