El primer ministro de Grecia, Lukas Papadimos, mantenía anoche reuniones para perfilar los últimos detalles del acuerdo sobre la condonación de al menos la mitad de la deuda helena en manos del sector privado.

Grecia mantenía contactos a última hora de la noche con representantes del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que negociaba con Atenas en nombre de los bancos y fondos de inversión tenedores de deuda helena, aseguraron fuentes comunitarias.

La participación voluntaria del sector privado en el rescate de Grecia es uno de los pilares esenciales del plan de asistencia financiera al país que también incluye 130.000 millones del Fondo Monetario Internacional y la UE.

La condonación de la mitad de la deuda helena en manos privadas -que en total asciende a unos 206.000 millones de euros- tal y como se había planeado hasta ahora podría resultar insuficiente debido al grave deterioro que ha sufrido la economía griega.

Los acreedores privados ya se comprometieron en octubre a asumir pérdidas voluntarias equivalentes al 50% del valor nominal de los bonos helenos que poseen, lo que supone unas pérdidas netas del 70%. La eurozona estudiaba si hay alguna manera de aumentar la aportación del sector privado, entre otras propuestas para intentar alcanzar el objetivo de reducir la deuda hasta el 120 % del PIB en 2020.

Optimismo

El Gobierno griego se mostraba ayer optimista sobre el resultado de la reunión del Eurogrupo en Bruselas, en la que se preveía dar luz verde al nuevo préstamo de 130.000 millones de euros y al proceso por el que se efectuará una quita de unos 100.000 millones de euros de la deuda del país en manos del sector privado.

"Estamos preparados para concluir hoy este largo proceso" sobre la ayuda europea y la quita de la deuda, aseguró a su llegada a Bruselas el ministro de Financias griego, Evangelos Venizelos.

El primer ministro de Grecia, Lukas Papadimos, dijo que su país espera cerrar "un largo período de incertidumbre que no ha beneficiado ni a la economía griega ni a la de la eurozona".

"Europa sabe lo importante que es enviar un mensaje claro de que las decisiones son completadas y puestas en práctica", afirmó el exbanquero, quien lidera como independiente un Ejecutivo de unidad.

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, expresó su confianza en que se aprobase el segundo rescate a Grecia porque eso es "esencial" para evitar una suspensión de pagos desordenada del país.

"Espero que, tras semanas y meses de largas y difíciles negociaciones, los ministros puedan cerrar (anoche) un acuerdo sobre un segundo programa para Grecia, incluyendo también una participación muy significativa del sector privado y la financiación del sector público", indicó Rehn en un mensaje grabado previo al inicio de la reunión del Eurogrupo.

"Esto es esencial para evitar una suspensión de pagos desordenada de Grecia y garantizar la estabilidad financiera en toda Europa", aseveró el vicepresidente de la Comisión Europea.

Mientras, en Grecia se vivió ayer con cierta calma esta jornada crucial para el futuro del país, sin grandes manifestaciones, que están previstas sin embargo para el próximo miércoles.

Pero el tema del nuevo paquete de rescate, el segundo tras el concedido en 2010 por valor de 110.000 millones, era portada ayer en todos los diarios griegos, que lo daban por seguro, aunque a costa de más recortes sociales.

"Angustia por 230.000 millones", titulaba el periódico "Ta Nea", en referencia a los 130.000 millones de euros del rescate y los 100.000 millones de deuda griega que condonará la banca privada.