El exdirector del FMI Dominique Strauss-Kahn (DSK) quedó ayer en libertad tras permanecer detenido dos días por su presunta implicación en una red de proxenetismo, aunque deberá volver a comparecer ante el juez en relación con este caso.

Strauss-Kahn, de 62 años, salió en su propio vehículo de la Gendarmería de Lille, en el norte de Francia, y puso rumbo a París, tras haber pasado una noche en el calabozo.

La abogada del político socialista, Frédérique Baulieu, explicó que DSK respondió "de forma serena a las preguntas que le hicieron los agentes" y recordó que fue su cliente quien había pedido ser interrogado.

"Está muy satisfecho de haber podido explicarse. Ahora el caso está en manos de los jueces instructores", indicó la letrada, que consideró "una buena cosa" que no se hayan formulado cargos contra su cliente.

Pero, según fuentes judiciales, DSK tendrá que volver a comparecer ante los jueces que instruyen el caso de presunto proxenetismo y desvío de fondos, que decidirán entonces si le procesan.

La página web del diario Le Figaro indicó que DSK comparecerá ante los jueces el 28 de marzo, lo que le otorga más de un mes para preparar su defensa. Strauss-Kahn está envuelto en este caso por haber participado en varias correrías sexuales organizadas por amigos suyos y por dos empresarios del norte de Francia.

Esas fiestas tuvieron lugar en París, Lille, Bruselas y Wa-shington, sede del FMI, escenario de la última de ellas un día antes de ser arrestado en Nueva York tras la denuncia de violación presentada por una empleada del hotel Sofitel el 14 de mayo de 2011.