La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, afirmó ayer en Londres que la reunión de "Amigos de Siria", prevista hoy en Túnez, ofrecerá la oportunidad de "empezar a pasar del consenso internacional a la acción" para resolver el conflicto sirio.

Al término de la conferencia sobre el futuro de Somalia, celebrada ayer en Londres, la jefa de la diplomacia estadounidense dijo en rueda de prensa que había tenido ocasión de reunirse en Londres con socios "clave" y aliados antes de la cita de ministros de Exteriores en el país norteafricano.

Esa reunión aspira a convertirse en un nuevo referente para detener la violencia en Siria y avanzar hacia la transición, tras el reciente veto de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU al plan árabe, que incluye la salida del presidente del país, Bachar al Asad, del poder.

Según dijo ayer Clinton, el encuentro se producirá "tras la abrumadora votación celebrada en la asamblea de la ONU que condena la extendida violación sistemática de los derechos humanos del régimen de Bachar al Asad y apoya el plan de la Liga Árabe a favor de una negociación para la transición política pacífica con la que resolver la crisis".

Para la secretaria de Estado norteamericana, el de Al Asad es "un régimen que le está haciendo la guerra a su propia gente; que está llevando a familias a sufrir en ciudades sitiadas y que ha arrastrado al país al caos". "Túnez será una oportunidad importante para comenzar a pasar de un consenso internacional a las acciones", dijo.

La secretaria de Estado anticipó que la comunidad internacional buscará "concretar progresos" en tres frentes: proporcionar ayuda humanitaria, incrementar la presión sobre el régimen de Al Asad y concretar los preparativos para una transición democrática.

Sobre el terreno, al menos 46 personas murieron ayer en Siria en distintos ataques de las fuerzas del régimen, mientras que 17 cadáveres, supuestamente de soldados desertores, fueron hallados en una prisión de Idleb, según un grupo opositor.

Los Comités de Coordinación Local (CCL) informaron de que la ofensiva más sangrienta tuvo lugar en la provincia central de Hama, donde murieron 24 personas, entre ellas siete bebés prematuros y seis miembros de una misma familia.

Por su parte, la opositora Comisión General de la Revolución apuntó que los miembros de la familia fueron ejecutados y que no se salvó ninguno de sus miembros.

Además, siete bebés prematuros murieron en las incubadoras del hospital de Halifieha.