Corea del Norte criticó hoy duramente a Corea del Sur por exigir a China el cese de las repatriaciones forzosas de norcoreanos que abandonan su país y afirmó que Seúl no tiene derecho a interferir en las decisiones de naciones soberanas.

"El Gobierno de Corea del Sur ha incrementado recientemente sus mayores preocupaciones por los desertores, en un imprudente intento de internacionalizar la cuestión de su repatriación", indicó el sitio web estatal norcoreano Uriminzokkiri, según recoge la agencia surcoreana Yonhap.

"Adoptar medidas administrativas en conformidad con las leyes nacionales y los tratados pertinentes es una actividad legítima de las naciones soberanas y no puede ser objeto de debate", sentenció.

China mantiene arrestados, según Yonhap, a 34 ciudadanos de Corea del Norte, a los que se dispone a repatriar forzosamente, lo que ha generado diversas protestas diplomáticas de Seúl, que exige a Pekín que cumpla con la voluntad de los refugiados y les permita exiliarse en Corea del Sur.

El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, instó por primera vez a China, el pasado miércoles, a cumplir con la legalidad internacional en el trato a los refugiados.

Además, un comité parlamentario surcoreano aprobó hoy una resolución para aumentar la presión sobre el gigante asiático, tradicional aliado de Corea del Norte.

Miles de norcoreanos cruzan cada año la frontera por tierra a China con el objetivo de huir de la pobreza y la represión en busca de una vida mejor en Corea del Sur.

En su viaje, los desertores se enfrentan al peligro de ser capturados por las autoridades norcoreanas o chinas y posteriormente repatriados a su país, donde sufren castigos como encarcelamiento, torturas e incluso la muerte, según organizaciones internacionales y testimonios de refugiados.