El pueblo pesquero de Wukan (sur de China), cuyos habitantes pusieron en jaque durante meses a las autoridades, celebra hoy nuevas elecciones para elegir un gobierno que sustituya al rechazado por los vecinos, en una rara concesión del régimen comunista a la sociedad civil china.

Miles de vecinos están llamados a las urnas para elegir el comité local que les gobierne, formado por un jefe, dos subjefes y otros cuatro miembros, señaló la agencia oficial Xinhua.

El encargado de organizar las elecciones fue Lin Zulian, de 67 años, uno de los líderes de las protestas, que se hicieron famosas dentro y fuera de China debido a su larga duración (tres meses) y al atrevimiento de los vecinos, que llegaron a echar de la localidad a los dirigentes comunistas y a fortificar con barricadas el pueblo.

Los vecinos acusaban a los antiguos dirigentes del pueblo de irregularidades en la gestión de las tierras y las finanzas municipales, unas quejas que las autoridades provinciales de Cantón consideraron "legítimas", por lo que les destituyeron.

La protesta se volvió especialmente tensa y violenta en diciembre, cuando uno de los líderes de las protestas murió en una comisaría y otros cuatro fueron detenidos durante un intento de negociación con las autoridades.

En el acuerdo alcanzado entre los agricultores y pescadores de Wukan con las autoridades de su jurisdicción, los cuatro detenidos en ese incidente fueron liberados y las tierras vecinales que habían sido confiscadas para desarrollo inmobiliario fueron devueltas.

También se declararon invalidadas las elecciones de febrero de 2011 y se ordenaron la celebración de unos nuevos comicios locales, los que se inician hoy.