El régimen sirio dio hoy luz verde a la visita al país del enviado de la Liga Árabe y la ONU para Siria, Kofi Annan, y de la responsable de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, en un nuevo movimiento diplomático para buscar una solución a la crisis.

La primera en viajar a Siria será Amos, quien se espera comience su misión el próximo miércoles y abandone el país el viernes, mientras que Annan llegará a Damasco al día siguiente, 10 de marzo.

Una fuente del Ministerio sirio de Información, citada por la agencia oficial Sana, explicó que la alta funcionaria de la ONU visitará algunas zonas del país y se entrevistará con el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, y el presidente de la Media Luna Roja siria, Abdulrahman Attar.

Amos, que la semana pasada esperó sin éxito la autorización del Gobierno sirio, recordó hoy en un comunicado que su labor será la de "instar a todas las partes a permitir el acceso sin trabas a los trabajadores humanitarios para que puedan evacuar a los heridos y entregar suministros esenciales".

Las autoridades sirias no confirmaron la fecha de llegada de Annan, pero poco antes la Liga Árabe anunció que el mediador para Siria será recibido en Damasco el próximo sábado, después de reunirse en El Cairo este miércoles con responsables de la organización panárabe.

Annan, máximo responsable de Naciones Unidas entre 1997 y 2006, fue elegido enviado especial para Siria el pasado 23 de febrero para promover una salida pacífica a la crisis, y su mediación fue aceptada por el régimen del presidente Bachar al Asad.

Durante un acto en la sede de la Liga Árabe en El Cairo, el secretario general del organismo, Nabil al Arabi, señaló que fue el propio Annan el que le informó de que Siria había dado luz verde a su visita y a la de Amos.

Al Arabi dijo también que la misión encabezada por Annan tendrá una oficina en la capital egipcia y no descartó que el ex secretario general de la ONU se reúna con los ministros de Exteriores árabes antes de partir hacia Siria.

Estos anuncios coinciden con la designación del exministro palestino de Exteriores Naser al Qudua como ayudante de Annan, una elección consensuada entre la Liga Árabe y la ONU.

Al Arabi manifestó su esperanza de que los mediadores "acaben con la violencia y los ataques a los derechos humanos en Siria y ayuden a los sirios a llegar a una solución pacífica a la crisis", que garantice la estabilidad del país sin intervenciones extranjeras.

Por su parte, el vicesecretario general de la Liga Árabe, Ahmad ben Heli, dijo que Al Qudua fue elegido entre varias personalidades árabes por su gran experiencia diplomática, y que su amistad con Annan va a "facilitar la misión y la coordinación entre ambos".

Los movimientos diplomáticos no finalizan aquí, ya que el exembajador de China en Siria Li Huaxin viajará al país árabe mañana, martes, con el fin de presentar la nueva propuesta de seis puntos para la resolución del conflicto.

Además, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reunirá el próximo sábado con sus homólogos de los países árabes en El Cairo para tratar la crisis siria.

Lavrov, cuyo país ha vetado las resoluciones de condena al régimen de Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU, exigió hoy el cese inmediato de la violencia tanto al Gobierno sirio como a la oposición armada.

Entretanto, la Media Luna Roja siria y la Cruz Roja Internacional siguen sin poder entrar al barrio de Baba Amro de Homs (centro), bastión opositor asediado por los bombardeos durante casi un mes y bajo control ahora de las autoridades.

El portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Saleh Dabakeh, dijo que todavía no han entrado en Baba Amro porque temen que haya minas dentro y peligren las vidas de los voluntarios.

Las organizaciones de socorro continúan prestando ayuda humanitaria a los desplazados de esta zona en distritos cercanos, donde han distribuido alimentos y ropa, además de ofrecer asistencia médica a los heridos.

Por su parte, las autoridades sirias empezaron hoy a reparar los daños causados en infraestructuras y viviendas por los ataques en Baba Amro y Al Inshaat, de los que acusaron a "grupos terroristas", según informó la agencia Sana.

En los más de once meses que dura la rebelión contra Al Asad, más de 7.500 personas han muerto en Siria, según datos de la ONU, que considera que el régimen sirio ha cometido violaciones de los derechos humanos.