El presidente de Bolivia, Evo Morales, abandonó el pasado sábado por la noche la clínica de la ciudad central de Cochabamba, en la que había sido internado de forma inesperada 24 horas antes. Los especialistas que lo atendieron dijeron que goza de "muy buena salud", según medios oficiales.

La hospitalización no estaba anunciada y obligó a suspender a última hora tres discursos que Morales iba a dar el sábado por la mañana en la ciudad andina de El Alto, en dos inauguraciones de obras públicas. Morales fue reemplazado por su vicepresidente, Álvaro García, quien dijo que la hospitalización se debió a exámenes de rutina.