El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que "no esconde nada" sobre las negociaciones entre Washington y Moscú sobre la defensa antimisiles, un área de desacuerdo entre los dos países.

Según el presidente estadounidense, dado que 2012 es un año de elecciones en los dos países no debe sorprender que no se pueda llegar a un acuerdo con rapidez, por lo que prefiere dedicar el resto del año a negociaciones técnicas con Rusia que puedan allanar el camino en el futuro.

Un acuerdo sobre defensa antimisiles "implica muchos asuntos complicados. Si podemos lograr que nuestros equipos técnicos abran el camino, ojalá en 2013, habrá una base para lograr progresos significativos en este y otro tipo de asuntos", declaró Obama.

Según apuntó, uno de sus objetivos es lograr una mayor reducción de los arsenales nucleares y uno de los principales obstáculos son las diferencias acerca de la defensa antimisiles.

"No es que esté escondiendo nada", declaró el presidente estadounidense. "Gradualmente, sistemáticamente, con el tiempo quiero ver que reducimos nuestras armas nucleares".

Las declaraciones del presidente a la prensa que le acompaña, durante la II Cumbre sobre Seguridad Nuclear que se clausura hoy en Seúl, tienen lugar después de que los micrófonos sorprendieran una conversación privada entre él y el presidente saliente ruso, Dmitri Medvédev.

En esa conversación, Obama indicaba que tendría "más flexibilidad" para tratar con Rusia sobre los desacuerdos entre los dos países acerca de la defensa antimisiles tras su reelección.

Por ello, pedía a Medvédev que transmitiera a su sucesor, el ex presidente Vladimir Putin, que le diera "espacio" hasta las elecciones de noviembre.

"Estas son mis últimas elecciones. Después de las elecciones, tendré más flexibilidad", aseguró el mandatario estadounidense, a lo que su homólogo ruso replicó que entiendo. Le transmitiré esta información a Vladimir".

Esa conversación ha desatado una tormenta política en Estados Unidos, donde los aspirantes republicanos a la presidencia de EE.UU. han acusado a Obama de preparar una política más blanda hacia Rusia en el futuro sin informar a la población.

Por su parte, el presidente estadounidense ha optado por tratar de restar importancia al suceso y hoy bromeó con Medvédev mientras ambos esperaban el comienzo de la sesión plenaria en la cumbre.

Con una sonrisa, Obama puso la mano sobre el micrófono mientras intercambiaba unas breves frases con el líder ruso en la sala de reuniones.

Rusia se opone a los planes estadounidenses de desarrollar un escudo de defensa antimisiles en Europa, anunciado originalmente por el presidente George W Bush y modificado por la Administración Obama, al considerar que representa una amenaza para Rusia.

EE.UU. ha rechazado esta posibilidad y asegura que sus planes se dirigen a proteger Europa de un posible ataque por parte de Estados hostiles.

En declaraciones a la prensa sobre el intercambio, el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, declaró que "dadas las diferencias entre EE.UU. y Rusia en este tema, llevará tiempo y trabajo técnico antes de que podamos intentar alcanzar un acuerdo".