Apenas un día antes de que expire el plazo dado por la ONU para que el Gobierno sirio aplique su plan de paz, el Gobierno de Pekín exhortó hoy al régimen de Damasco a que "honre" su compromiso del cese al fuego y apeló a la comunidad internacional a que dé más tiempo a la mediación de Kofi Annan en el país árabe.

Así lo expresó hoy en una rueda de prensa ordinaria en Pekín Liu Weimin, portavoz del Ministro de Exteriores chino, quien añadió que se "trata de un asunto muy delicado que requiere tiempo, por lo que la comunidad internacional debería tener paciencia con el trabajo de mediación del (ex secretario general de la ONU) Kofi Annan".

"Todas las partes implicadas deberían resolver el conflicto a través del diálogo y la negociación", añadió Liu.

El martes, 10 de abril, se cumple el plazo fijado por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, para que Damasco aplique el plan de paz, y el mediador ha fijado hasta las 05.00 GMT del día 12 el límite para el cese definitivo de las hostilidades.

La propuesta de Annan exige a todas las partes el inmediato fin de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos, así como asegurar el acceso de personal humanitario al país, facilitar la transición política hacia la democracia, iniciar un diálogo político y permitir el acceso de la prensa, entre otros.

Sin embargo, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, explicó en un comunicado publicado ayer, domingo, que si los rebeldes no entregaban "garantías por escrito" de que deponían las armas, el Ejército tampoco se retiraría de las ciudades.

En la misma línea, el régimen sirio ha intensificado la represión en los últimos días, en los que al menos 150 personas murieron pese a la presencia en el país de un equipo de observadores de la ONU que estudia con las autoridades el futuro despliegue de una misión militar de supervisión y seguimiento del plan de paz.

China y Rusia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, realizaron a principios de año un histórico veto a una resolución del organismo contra el régimen de Bachar al Asad alegando el temor de que se usara para justificar una intervención militar en ese país de Oriente Medio.

Con vistas a "convencer" a Pekín y Moscú de flexibilizar su postura sobre Siria, el ex secretario general de la ONU visitó ambas capitales hace dos semanas, tras las cuales el Gobierno de Damasco anunció que aceptaba la fecha límite del 10 de abril para la aplicación del plan de paz.

Según datos de la ONU, desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo de 2011, más de 9.000 personas han muerto, mientras que más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en el extranjero.