El abandono de la cumbre de la presidenta de Argentina, las ausencias de los de Venezuela, Ecuador y Nicaragua y la suspensión de la reunión bilateral entre los mandatarios de Colombia y Brasil ensombrecieron ayer el final de la Cumbre de las Américas.

El Gobierno de Colombia, como anfitrión, había puesto todas sus fichas para que esta cita pasara a la historia como la "cumbre de los resultados", pero no pudo evitar las discrepancias entre los distintos países del continente sobre los temas sensibles.

Tras concluir la cumbre con una rueda de prensa en la que se conocieron los resultados, algunos mandatarios resaltaron que hay acuerdo sobre los cinco temas oficiales de la cumbre: seguridad, desastres naturales y medio ambiente, integración física, acceso a las tecnologías y pobreza e inequidad. Sin embargo, no se logró consenso en cuanto a los otros temas, los más políticos y sensibles: la inclusión de Cuba en las siguientes cumbres y el reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas.

Sobre Cuba, asunto que planeó durante toda la cumbre, la primera decisión la tomó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien optó por no asistir en solidaridad con la isla.

Ecuador es uno de los ocho integrantes de la Alianza Bolivariana (ALBA), organismo regional al que Correa pidió sumarse a su iniciativa.

Este organismo desoyó a Correa, pero a última hora ni los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, acudieron a la cumbre.