La Casa Blanca valoró hoy los esfuerzos de Europa para acometer reformas y resolver su crisis de la deuda, aunque advirtió que "queda mucho por hacer".

"Los europeos han dado algunos pasos importantes, muy importantes para construir un cortafuegos" que impida el contagio a otros países, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, que mencionó las acciones del Banco Central Europeo (BCE) y las reformas en Grecia e Italia, pero consideró que todavía "queda mucho por hacer".

Carney subrayó que Estados Unidos está "totalmente comprometido" para todos sus aliados europeos que están enfrentando la crisis financiera y está dispuesto a "ofrecerles cualquier asesoramiento que podamos para ayudarles con este gran reto".

No obstante, señaló que Estados Unidos no está dispuesto a aumentar su contribución al FMI.

El portavoz se refirió a los encuentros de primavera de ambas instituciones económicas que se celebran este fin de semana en Washington y afirmó que "obviamente" estas reuniones deben servir para analizar las medidas que la Eurozona tiene que tomar pero su papel es complementario.

"El FMI tiene un importante papel que jugar, pero es un papel complementario; no es un papel principal. Los Gobiernos de Europa y los bancos están tomando ese rol", explicó.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha señalado como meta de las reuniones de primavera conseguir incrementar los recursos de la institución en 413.000 millones de dólares.

Hoy, el FMI anunció contribuciones adicionales de Reino Unido, Australia, Corea del Sur y Singapur por un total de 41.000 millones de dólares.

Hasta el momento, aunque otros países como Japón y Suiza han anunciado también aportaciones extras, los llamados BRICS o potencias emergentes -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- condicionan su respaldo a este refuerzo de los recursos a conseguir un mayor poder de decisión en el FMI.