El presidente de Haití, Michel Martelly, ha exhortado hoy a la unión de sus conciudadanos y ha solicitado el apoyo de la comunidad internacional para superar los desafíos, tras regresar al país después de dos semanas de convalecencia en Estados Unidos.

Martelly, quien en las dos últimas semanas se recuperó en Miami de una embolia pulmonar sobrevenida tras someterse a una operación en un hombro a principios de mes, fue recibido en el aeropuerto internacional Toussaint Louverture por las primeras autoridades del país.

"Tenían deseo de verme hoy, aquí me tienen", ha dicho Martelly tras llegar acompañado de su esposa Sophia, y saludar a las personalidades que le dieron la bienvenida.

"Como pueden ver, estoy en buena forma y de vuelta para seguir el trabajo", ha garantizado Martelly, que se ha dirigido en un mensaje a la nación de una sala del aeropuerto internacional de la capital.

El presidente ha pedido a la población apoyo y superar para el y el acompañamiento de la población para superar los graves problemas del país y la contribución de la comunidad internacional en la lucha contra la corrupción y la implantación de un Estado de derecho, conforme a sus propósitos expresados desde su toma de posesión el 14 de mayo de 2011.

Frente a los presidentes de las dos cámaras del Parlamento, Dieuseul Simon Desras, del Senado, y Levaillant Louis Jeune, de la Cámara de Diputados, Martelly se congratuló de que el primer ministro designado, Laurent Lamothe, pasó la primera ratificación para el puesto en el Legislativo.

"Si seguimos así, eso podría evitarnos caer en un precipicio, que sería dañino para el país", subrayó Martelly, quien invitó indirectamente la Cámara de Diputados a acelerar el paso en la ratificación de Lamothe, quien ya tuvo la aprobación del Senado.

A propósito de su buena relación entre los poderes del Estado, Martelly sostuvo que "cuando los tres poderes se unen, Haití (podrá) llegar a combatir contra todas las plagas, todos los obstáculos".

"Es en ese momento que podremos afrontar todos los retos y cambiar la vida de todos los haitianos", destacó.

Otro sector mencionado por Martelly en su discurso fue la prensa, que saludó por primera vez desde su investidura.

Martelly reconoció el trabajo de la prensa, con la ha tenido una relación difícil y deseó que los informadores potencien sus tareas de formación de los ciudadanos.

A la comunidad internacional, Martelly pidió que siga con su apoyo a Haití para fortalecer las instituciones y ayudar en la reconstrucción del país que fue devastado por un terremoto en enero de 2010.

Durante la ausencia de Martelly, la situación se complicó, y varios sectores políticos denunciaron que el país quedaba como "un avión sin piloto", puesto que el primer ministro dimisionario, Garry Conille, "aislado", no pudo convocar un Consejo de Gobierno tal como está previsto en la Constitución del país.

También se registraron otros problemas, en especial disturbios en algunos barrios y descontento en la Policía a causa del asesinato de tres miembros de esta institución.

Los problemas "se derivan de la debilidad de las instituciones", admitió Martelly, quien a su regreso fue directamente acompañado por el director general de la Policía, Mario Andrésol, para revisar las tropas.

Para la llegada del presidente, se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad, con unidades especiales de la policía, mientras que grupos de partidarios oficialista esperaban con gritos de bienvenida a Martelly en la carretera que une la capital con el aeropuerto internacional.

La enfermedad del presidente ha sido centro de controversias, debido en que los equipos médicos no han emitido durante las dos semanas informe clínicos.