La Administración Civil israelí, el organismo militar que gestiona los asuntos civiles en el territorio ocupado de Cisjordania, ordenó arrancar más de mil olivos recién plantados por agricultores palestinos con la excusa de que lo han hecho dentro de una reserva natural.

La reserva de Nahal Kana es una de las más importantes en el norte de Cisjordania pero en su interior hay parcelas privadas de terreno que los palestinos de la zona trabajan desde mucho antes de que fuera declarado espacio protegido, informa hoy el diario Haaretz.

Los habitantes del poblado afectado, Deir Istiya, han iniciado una batalla judicial para exigir su derecho a explotar sus tierras y "ganarse el sustento diario".

"La Administración Civil nos dice que debemos preservar el statu quo, pero no aceptamos el argumento", manifestó al diario Nazmi Salman, alcalde de la aldea, para quien "hay aquí un doble rasero porque en la zona han sido creados asentamientos y estos se han expandido".

"Incluso construyeron una carretera en medio de la reserva que conduce a una de las colonias", agregó.

Esta es la segunda vez este año que el poblado palestino afronta la exigencia de destruir sus árboles, ya que hace seis meses, la Administración Civil les arrancó cientos de ellos.

Funcionarios del organismo militar y de la Autoridad israelí de Parques Naturales alegaron que en los últimos años los palestinos han intentando ampliar la zona de cultivo e incluso cavado un canal al que desviaban el agua de uno de los manantiales, lo que causó un grave daño a la reserva.