Las fuerzas antidisturbios detuvieron ayer a cerca de 450 opositores que realizaron una sentada en el centro de Moscú para exigir que se les conceda una hora de directo en las televisiones estatales de Rusia para explicar su protesta contra el presidente electo, Vladímir Putin.

"Más de 400 personas fueron detenidas en el centro de Moscú por actos contrarios a la ley, desorden público y desacato a las fuerzas del orden. Además, otros 40 nacionalistas fueron detenidos por un altercado en el metro y por provocar a la policía", explicó el portavoz del Ministerio de Interior ruso a la agencia Interfax.

"La marcha de millones", como llaman a las manifestaciones convocadas por toda Rusia para protestar contra la investidura este lunes de Putin, derivó en Moscú en violentos enfrentamientos entre policía y manifestantes, a consecuencia de las cuales al menos seis personas tuvieron que ser hospitalizadas, indicaron las autoridades sanitarias de la capital.

La policía detuvo a los principales representantes de la oposición no parlamentaria rusa que estaban liderando la sentada, entre ellos el dirigente del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov, el liberal Borís Nemtsov, y el bloguero Alexéi Navalni.

Con la plaza Bolótnaya a rebosar de gente, la policía impidió que una gran columna de opositores pudiera unirse a los manifestantes que a esa hora ya eran casi 100.000, según algunos portavoces de la oposición.

Ante el cordón policial, los opositores iniciaron una sentada y exigieron ser entrevistados en directo por los canales de televisión estatales.

Al otro lado del cordón, en Bolótnaya, varios congregados se enfrentaron a los agentes de la policía y trataron de romper el bloqueo formado por los antidisturbios para unirse a la columna que protagonizaba la sentada.

La multitud protestó contra la policía al grito de "No nos iremos" y "Vergüenza".

La protesta contra la investidura de Putin que tenía que concluir en un mitin en el lugar que acogió la primera manifestación multitudinaria contra el Kremlin tras las legislativas de diciembre, calificadas como fraudulentas por la oposición, derivó en un violento enfrentamiento entre policía y algunos activistas.

Los organizadores de la marcha no tardaron en cancelar el mitin y exigieron salir en directo en las televisiones, así como la suspensión de la investidura de Putin.

La policía de Moscú informó a su vez de que cuatro agentes tuvieron que ser atendidos por contusiones y cortes causados por los manifestantes.

Las autoridades calificaron los incidentes de provocación por parte de los organizadores de la marcha.