Teherán espera establecer un marco de cooperación que evite conflictos en el futuro en las conversaciones previstas para mediados de este mes con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dijo hoy el portavoz del Ministerio del Ministerio de Exteriores iraní, Ramún Mehmanparast.

"Estas conversaciones son para determinar el marco de cooperación y adoptar disposiciones que permitan a la República Islámica ejercer sus derechos y también responder a cualquier posible pregunta o duda del OIEA", dijo Mehmanparast.

En el encuentro previsto en Viena a mediados de este mes se espera que el OIEA insista en poder inspeccionar instalaciones iraníes, incluso no específicamente nucleares, con discrecionalidad, lo que según Irán no está autorizado por el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, del que es signatario.

Irán ha firmado el TNP, pero no del Protocolo Adicional al Acuerdo, que es el que permite ese tipo de inspecciones, por lo que considera que para ello se debe llegar a pactos concretos cuando los inspectores del OIEA pretendan visitar uno de esos lugares no específicamente nucleares.

En sus reuniones en Teherán en enero y febrero pasados, los inspectores del OIEA pretendían inspeccionar la base militar de Parchín, en el sureste de Teherán, donde sospechan que se han podido llevar a cabo actividades paralelas al programa nuclear, para lo que los iraníes exigieron llegar a un acuerdo concreto.

Ahora, también se espera que el OIEA insista en la inspección de la base de Parchín, que ya fue visitada por sus inspectores anteriormente, algo para lo que Teherán ha dicho que no tiene inconveniente si hay un acuerdo.

Sobre su programa nuclear, Irán ha reiterado que es exclusivamente civil y pacífico y señalado que no renunciará al enriquecimiento de uranio para producción de energía y usos industriales y médicos, pese a las sospechas de otros países, con EEUU a la cabeza, de que tiene una vertiente militar.

Tras la reunión con el OIEA, los representantes de Irán tienen previsto reunirse el 23 de mayo en Bagdad con el Grupo 5, compuesto por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, también para negociar su programa nuclear.

Los representantes occidentales en el 5 han apuntado que quieren que Irán frene el enriquecimiento de uranio e incluso que desmantele su planta subterránea de enriquecimiento de Fordo, cerca de la ciudad de Qom, unos 160 kilómetros al sur de Teherán, a lo que las autoridades iraníes ya han dicho que no lo harán.

Irán afirma que construyó la planta de Fordo en instalaciones subterráneas como medida de protección ante las amenazas de Israel y EEUU de realizar ataques contra el país por su programa nuclear y que esa situación se mantiene.

Por su parte, Irán quiere que en el encuentro de Bagdad se levanten las sanciones económicas, especialmente a los sectores financiero y petrolero, impuestas al país por la ONU, la UE, EEUU y otros países.

Según ambas partes, en el anterior encuentro entre Irán y el 5 en Estambul, el pasado 14 de abril, se dieron pasos positivos y esperan que la reunión de Bagdad pueda significar mayores avances.