El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, ha rechazado hoy como "un atropello" y "una ofensa" a la libertad de expresión el debate propuesto por las FARC como requisito para liberar al periodista francés Romeo Langlois y ha exigido su liberación "inmediata" y "sin condiciones".

"Con los violadores de los derechos humanos no hay debate", ha dicho Garzón en una entrevista en Madrid, donde se encuentra para asistir a la Reunión Iberoamericana de Ministros de la Presidencia y Equivalentes, preparatoria de la XXII Cumbre Iberoamericana que se celebrará en noviembre próximo en Cádiz.

Langlois fue retenido el pasado 28 de abril por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en medio de un combate en el departamento de Caquetá entre guerrilleros con policías y militares, a los que el informador acompañaba para filmar un operativo de destrucción de laboratorios de drogas.

En un comunicado fechado el 3 de mayo, las FARC condicionaron la liberación del periodista galo a la apertura de "un amplio debate nacional e internacional" sobre el papel que debe cumplir la prensa en Colombia al informar sobre el conflicto.

"Me parece que esto es un atropello y es una ofensa de la guerrilla de las FARC a la libertad de expresión, al derecho legítimo de los periodistas en cualquier parte del mundo a ejercer su profesión. Y mal haría el Estado colombiano con los periodistas o la comunidad internacional, prestarse para este tipo de debates", ha dicho hoy Garzón.

El vicepresidente colombiano ha reiterado la condena de su país al secuestro del periodista, lo que constituye, a su juicio, "un verdadero atentado al derecho a la libertad de expresión, que hace parte integrante de los derechos humanos", y "un atentado contra la actividad periodística".

"No podemos aceptar que él es un prisionero de guerra, porque la única arma que tenía era una cámara, que es una herramienta universal de los periodistas", ha añadido, al tiempo que ha invitado a la comunidad internacional, "empezando por los periodistas", a unir sus voces "para exigir la libertad inmediata" de Langlois.

En su comunicado, las FARC aseguran que "los periodistas que llevan las Fuerzas Armadas colombianas en sus operaciones militares no cumplen el propósito imparcial de informar sobre la realidad, sino el de manipular".

La guerrilla se pregunta, asimismo, por la reacción de las autoridades colombianas "si un periodista que con sano criterio informativo acompañara unidades guerrilleras, resultara capturado por el Ejército regular tras un combate".