El Gobierno ha vuelto a manifestar hoy su "disgusto y malestar" por el próximo viaje de un miembro de la familia real británica a Gibraltar, una constante en las relaciones hispano-británicas durante las últimas décadas, en las que se han sucedido más de una decena de visitas reales al Peñón.

El príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de Isabel II, tiene intención de viajar por segunda vez a la colonia en junio con motivo de los actos el 60 aniversario de la coronación de su madre, en los que le acompañará su esposa, Sophie Rhys-Jones.

La visita con mayor repercusión fue la de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales en 1981, cuando anunciaron su intención de comenzar su viaje de novios en Gibraltar, en el yate Britannia, y los reyes Juan Carlos y Sofía declinaron la invitación para asistir a su enlace.

La última en visitar el Peñón fue la princesa Ana, que en marzo de 2009 inauguró un centro médico militar.

El Ministerio de Exteriores tachó este viaje de "inoportuno" por "herir la sensibilidad de la población española" y el titular del departamento, entonces Miguel Ángel Moratinos, trasladó a su colega David Miliband "el rechazo, la consternación y la indignación del Gobierno".

Se trataba de la primera visita de un miembro de la familia real británica desde que se había puesto en marcha el Foro de diálogo tripartito en 2004, un órgano que el actual Gobierno de Mariano Rajoy ha paralizado hasta que los británicos admitan en él a representantes de la comarca gaditana del Campo de Gibraltar.

La princesa Ana ya había visitado en dos ocasiones anteriores a "los llanitos": en 1954 acompañó a su madre, la reina, para conmemorar el 250 aniversario de la ocupación británica del Peñón, y cincuenta años después, en junio 2004, volvió para celebrar el 300 aniversario.

Moratinos consideró que ese evento no contribuía a crear un clima propicio para el diálogo, pero en diciembre de ese año los gobiernos de España y del Reino Unido y las autoridades de la colonia pusieron en marcha el Foro de diálogo tripartito para mejorar la colaboración en la zona.

El príncipe Eduardo, al que se espera en junio, viajó al Peñón en 2001 para entregar unos premios de la Fundación Duque de Edimburgo a los jóvenes gibraltareños.

En aquella ocasión, el titular de Exteriores, Josep Piqué, explicó que el Gobierno había trasladado al primer secretario de la embajada británica el "desagrado" y la "incomodidad" de España, pero justificó la ausencia de una protesta formal en el carácter del viaje, no oficial y sin contenido político.

Por su parte, el príncipe Andrés ha visitado la colonia oficialmente en dos ocasiones: en 1995 para participar en actos conmemorativos del 50 aniversarios de la Segunda Guerra Mundial, y en 1993, al mando del dragaminas de la Armada Real Británica HMS Cottesmore.

El marido de la reina, el príncipe Felipe, entregó en la colonia en mayo de 1996 los premios que llevan su nombre.

Además, varios primos de Isabel II, como los duques de Kent o los de Gloucester, han participado en diversos actos celebrados en el Peñón.