Rusia condenó hoy el doble atentado con coches bomba perpetrado cerca de Damasco, en el que murieron al menos 55 personas y varios centenares resultaron heridas.

"Condenamos de la manera más firme el nuevo crimen sangriento de los terroristas. La muerte y el sufrimiento de personas inocentes no pueden ser justificados en ningún caso", indica la Cancillería rusa en un comunicado.

La nota destaca que estos actos terroristas poco tienen que ver con "la defensa de la población civil" a la que se refiere la oposición al régimen de Bachar al Asad y sus aliados occidentales.

Asimismo, Moscú critica que los observadores internacionales de la ONU también fueron el 9 de mayo víctimas de un ataque armado.

"Es evidente que el objetivo de esas crueles acciones es conducir al país a una nueva, sangrienta y muy peligrosa espiral de violencia, abortar el cumplimiento del plan de (el mediador internacional, Kofi) Annan y amedrentar a los observadores de la ONU", apuntó el comunicado, para añadir: "Esto no se puede permitir".

El Ministerio del Interior sirio aseguró que los dos vehículos, que llevaban más de 1.000 kilos de material explosivo y estallaron en la periferia de Damasco, iban conducidos por terroristas suicidas.

El doble atentado también fue condenado sobre el terreno por el general noruego Robert Mood, jefe de la misión de observadores que se encarga de verificar el cumplimiento del plan de paz que estipula un alto el fuego, en vigor desde el 12 de abril, pero que ninguna de las dos partes respeta.