Un nuevo informe sobre el atentado de 1998 en la ciudad norirlandesa de Omagh, encargado por las víctimas, sostiene que la policía pudo haber interceptado a los terroristas responsables antes de cometer la matanza de 29 personas, dos de ellas españolas.

El documento, que ha sido elaborado a petición del llamado Grupo de Autoayuda y Apoyo de Omagh, será entregado el 18 de junio al Gobierno británico cuando se harán públicas sus conclusiones.

Familiares de las víctimas, que se entrevistaron hoy en Belfast con el ministro británico para Irlanda del Norte, Owen Paterson, consideran que existen "pruebas claras" de que policías de los dos lados de la frontera irlandesa llevaron a cabo una operación conjunta ese mismo día en la que se podía haber detenido a los terroristas.

Michael Gallagher, cuyo hijo de 21 años murió en el ataque, dijo que la reunión de hoy con el ministro británico para Irlanda del Norte fue "intensa".

"Le hemos dicho que tenemos pruebas de que la operación policial de ese día podía haber interceptado a los terroristas. Se trata de una nueva prueba que nunca se ha hecho pública antes", explicó Gallagher a la agencia de noticias británica PA.

El informe elaborado por una consultora de Londres se centra en la actuación de las fuerzas de seguridad irlandesas y norirlandesas antes y después del atentado, perpetrado el 15 de agosto de 1998 por el IRA Auténtico, facción disidente del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Las familias de las víctimas del atentado -perpetrado un sábado con un coche bomba estacionado en la calle más comercial de Omagh- llevan años pidiendo el establecimiento de un tribunal especial transfronterizo que investigue si las autoridades de Irlanda del Norte y de la República de Irlanda pudieron haber hecho más para evitar la tragedia y si cometieron alguna negligencia al respecto.

Los expertos que han elaborado el informe han contado con los testimonios de figuras clave relacionadas con el caso, así como con parte de los archivos de las investigaciones sobre el atentado, el más sangriento en la historia del conflicto norirlandés.

En 2010, un informe del Parlamento de Londres ya recomendó la apertura de una nueva investigación sobre las circunstancias que rodearon el ataque en Omagh, ante las sospechas de que las fuerzas de seguridad ocultaron cierta información.

En aquel documento, el Comité de Irlanda del Norte de Westminster indicaba que aún había dudas sobre la cantidad y calidad de la información de que disponían los servicios de inteligencia respecto a los autores del atentado.

El Comité también pidió que se aclarase si se ocultó esa información a la Policía norirlandesa, tal y como afirmó en 2008 un documental de la cadena de televisión británica BBC, lo que provocó la apertura de esta investigación parlamentaria.

Hasta la fecha, la Justicia de Irlanda del Norte y de la República de Irlanda han sido incapaces detener y castigar a los responsables.

Por ese motivo, las familias de los fallecidos en Omagh ganaron en 2009 una multimillonaria demanda civil presentada contra los cinco supuestos autores del atentado, a los que identificaron como Seamus Daly, Liam Campbell, Michael McKevitt, Seamus McKenna y Colm Murphy.