Más de cuarenta personas murieron hoy y 170 resultaron heridas por dos explosiones en la zona de Qazaz, en la periferia de Damasco, informó la televisión siria.

El doble atentado ocurrió cerca de dos sedes de los servicios de Inteligencia, donde decenas de coches y autobuses resultaron incendiados por las explosiones.

Los estallidos, cuyo origen aún se desconoce, tuvieron como objetivo un edificio del denominado cuerpo de la Inteligencia Palestina y una sede de los servicios de Aviación.

Escombros, sangre y cristales de las ventanas de edificios cercanos cubrían el suelo, donde las explosiones han abierto un hoyo de casi dos metros de profundidad.

El régimen sirio consideró este ataque como una prueba de que lo que combate son terroristas que intentan derrocarlo y no una revuelta popular.

Un equipo de observadores de la ONU se trasladó para inspeccionar el lugar del doble atentado.

Allí, el jefe de la misión, el general noruego Robert Mood, afirmó que "este acto terrorista" no supone una solución a los problemas de Siria, en declaraciones a los periodistas en la zona.

Los observadores se encuentran en Siria para verificar el cumplimiento del plan de paz de la ONU que estipula, entre otros, un alto el fuego, en vigor desde el 12 de abril.