El activista ciego Chen Guangcheng confía en EE.UU. para irse de China y pide a la comunidad internacional que apoye a los familiares que se quedan en el país, según ha declarado hoy por teléfono desde el hospital Pekín donde está ingresado.

"Lo que más me preocupa es la situación de mi hermano y mi sobrino en Shandong (este)", cuenta Chen desde el hospital de Chaoyang, donde lleva ingresado nueve días debido a las heridas que se causó en la pierna al huir de su casa de la ciudad de Linyi, en la provincia en la que aún continúan sus familiares.

El abogado autodidacta, ciego desde los cinco años, se refiere a su hermano, Chen Guangfu, y al hijo de éste, Chen Kegui, quien confirmó en una grabación difundida en internet el 27 de abril la fuga de su tío el domingo día 22 después de estar sometido a un arresto domiciliario ilegal durante más de un año y medio.

El abogado está preocupado por el destino de sus familiares, de quienes se desconoce su paradero exacto en Shandong, desde que denunciaron, en la misma grabación que dio parte de la huida de Chen, las agresiones que sufrieron por los agentes chinos encargados de vigilar la finca del activista.

Después de una novelesca huida de casi una semana -en la que llegó a caerse más de 200 veces- y tras su paso por la Embajada de EE.UU. en Pekín, donde permaneció seis días y cuyo caso originó una crisis diplomática, Chen comenta que "está bien".

Aunque no sabe cuándo saldrá del hospital, los médicos calculan que Chen se recuperará dentro de "ocho o nueve semanas".

"Me están tratando la pierna, por lo que no puedo bajar de la cama, pero el problema está básicamente controlado", relata con voz pausada el activista, más relajado después del frenético ritmo de las pasadas semanas.

Mientras sigue a la espera de que las autoridades chinas tramiten su pasaporte -para lo que no tendrá que regresar a Shandong, asegura a Efe, tal y como dicta normalmente la ley china-, el abogado "confía" en EE.UU. para salir del país y viajar allí una temporada junto a su esposa e hijos, aunque desconoce cuándo.

Según el acuerdo final, fruto de una intensa semana de negociaciones entre Pekín y Washington que eclipsaron el Foro Estratégico y Económico que ambas potencias celebraban en la capital china, Chen y su familia podrán irse a EEUU un período, en el cual el activista podrá estudiar en la Universidad de Nueva York.

Mientras, Chen permanece en el hospital pequinés, cuyo "servicio es bueno, nos atienden bien", comenta a Efe, y dice que, aunque ningún diplomático estadounidense le ha visitado en los últimos días, se mantiene en contacto "con varias personas de esa Embajada".

Sobre el compromiso de las autoridades chinas, que aseguraron que facilitarían los trámites para expedir su pasaporte, Chen cuenta que ha hablado con oficiales del régimen comunista, quienes le han aseverado que "siguen investigando su caso", por lo que no se aventuró a pronosticar cuándo tendrá luz verde para emprender el viaje.