El grupo radical islámico "Yebha al Nasra" (Frente de Ayuda) ha reivindicado el doble atentado perpetrado en la periferia de Damasco el pasado jueves que causó, según las autoridades sirias, al menos 55 muertos y 372 heridos.

En el comunicado número 4 del grupo, colgado anoche en un vídeo en Youtube, el grupo aseguró que "los soldados del Frente de Ayuda lanzaron una operación militar en Damasco contra las moradas del régimen".

"Yebha al Nasra" justifica su acción en que "el régimen ha proseguido con sus bombardeos en los barrios de la periferia de Damasco, Idleb, Hama, Deraa y otras zonas", según la nota y el audio sonoro que le acompaña, cuya autenticidad no se ha podido verificar.

Este grupo yihadista surgió en 2011 para combatir al régimen sirio de Bachar al Asad y era desconocido hasta el pasado febrero, cuando reclamó la autoría de los atentados cometidos a principio de año en Alepo y Damasco, en los que murieron al menos 35 personas.

"Nosotros prometimos que contestaríamos a los bombardeos con explosiones (...) y advertimos al régimen que íbamos a responder contra los asesinos de familias, niños, mujeres y ancianos en varias provincias sirias", añade el comunicado, fechado el 10 de mayo, día del atentado.

El grupo insta a las autoridades sirias a "cesar sus matanzas contra los suníes" y pide a esta comunidad que evite acercarse a las sedes gubernamentales.

El doble atentado cometido en la zona de Qazaz, en la periferia de Damasco, fue perpetrado con dos coches bomba, que estallaron cerca de un edificio del denominado cuerpo de la Inteligencia Palestina y una sede de los servicios de la Aviación siria.

El régimen sirio acusó a "grupos terroristas", apoyados por partes extranjeras del atentado, el más sangriento desde el inicio de la revuelta contra Al Asad en marzo de 2011.

Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal agrupación opositora en el exilio, negó cualquier implicación en las explosiones y consideró que benefician a las autoridades, mientras que un portavoz del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) acusó al régimen de estar detrás del ataque.