El Partido Laborista británico, el primero de la oposición, pidió hoy la dimisión del ministro de Cultura, Jeremy Hunt, tras las nuevas revelaciones que sugieren un trato de favor al magnate Rupert Murdoch en el caso de las escuchas.

Los laboristas calificaron hoy de "absolutamente inaceptable" que el ministro pidiera a Murdoch que le asesorara de manera privada en cómo gestionar la posición del Gobierno en el escándalo de las escuchas.

Según un correo electrónico hecho púbico ayer, la oficina del ministro de Cultura pidió a Rebekah Brooks, exconsejera delegada de News International, la rama británica del imperio de Murdoch, que asesorara a Hunt y al Gobierno en su posición sobre el escándalo de los pinchazos telefónicos del News of the World (NoW).

El documento fue desvelado en la comisión Leveson, que analiza la ética de los medios británicos, durante la declaración ayer de Brooks, considerada la mano derecha del magnate australiano dueño del clausurado NoW.

La misiva enviada el 27 de junio de 2011 anunciaba además que el ministro iba a hacer una declaración en el Parlamento "extremadamente útil" sobre el intento de la compañía de Murdoch, News Corporation , de hacerse con la totalidad de las acciones de la plataforma digital BSkyB, de la que ya poseía el 39 %.

El documento explicaba que el ministro iba a hacer referencia al escándalo de las escuchas en su intervención parlamentaria, pero "basada en su creencia de que el escándalo no tiene nada que ver con la pluralidad", que era la cuestión que el Gobierno debía analizar para autorizar la compra.

La vicelíder del Partido Laborista, Harriet Harman dijo hoy en declaraciones a la BBC que "claramente había una completa confabulación entre el ministro y News Coprporation en una operación en la que se supone que él tenía que ser imparcial".

Por ello, Harman insistió en pedir su dimisión y se preguntó cuantas pruebas más necesita el primer ministro británico, David Cameron, para darse cuenta de que "este hombre no es la adecuado para dirigir un ministerio tan importante".

Los medios británicos coinciden hoy que las nuevas revelaciones aumentan la presión sobre el ministro de Cultura, que era la persona encargada en el Gobierno de autorizar la operación de 8.000 millones de libras, que finalmente fue retirada por la presión generada tras el escándalo de las escuchas.

El pasado 25 de abril, un asesor especial del ministro dimitió tras reconocer que sus vínculos con el imperio del magnate Rupert Murdoch "fueron demasiado lejos".

Adam Smith presentó su renuncia tras la publicación de otros correos electrónicos que revelaban que Hunt apoyó en privado el plan de Murdoch para hacerse en 2011 con el control de BSKyB.