Chile se promociona estos días como un destino seguro para las empresas españolas, que ya ocupan un papel preponderante en este país y que se han visto sacudidas por las recientes expropiaciones en Argentina y Bolivia.

Con inversiones acumuladas por valor de 15.000 millones de dólares en las últimas dos décadas, España es el segundo inversor histórico en Chile, solo superado por EEUU.

"El interés de las empresas españolas por venir a Chile es evidente ya que las visitas y consultas van en aumento", explicó el vicepresidente del Comité de Inversiones Extranjeras de Chile, Matías Mori.