Los investigadores policiales que declararon ayer en el juicio por los atentados del 22 de julio de 2011 en Noruega, en los que murieron 77 personas, descartaron que el ultraderechista Anders Behring Breivik tuviera cómplices y que exista una red terrorista europea de la que él forma parte.

"Estamos seguros de la conclusión que hemos presentado. No hay nada en el material que indique que el acusado ha tenido cómplices", reiteró en el juicio en Oslo Kenneth Wilberg, al mando de la investigación policial.

Los testimonios presentados en la vista de ayer pusieron en duda los motivos del proceso de radicalización del extremista de 33 años y los propósitos de sus viajes al extranjero. Así, Vidar Sæther, de la unidad anticrimen de la Policía noruega, subrayó que la afirmación de Breivik de que los bombardeos de la OTAN contra Serbia fueron el detonante de su radicalización se contradice con el hecho de que por esa época militaba en un partido que defendía esa campaña militar.

También cuestionó por qué la supuesta red de "Caballeros Templarios" escogió para escribir su manifiesto fundacional a un joven que no tenía estudios superiores, trabajaba de comercial y no había hecho el servicio militar.

A su vez, el análisis del manifiesto político de 1.518 páginas difundido por Breivik horas antes de los atentados revela que casi todo está hecho a base de "copiar y pegar" textos de otros autores.