La Fiscalía noruega solicitó ayer que el ultraderechista Anders Behring Breivik sea ingresado de por vida en un psiquiátrico, al considerar que no es penalmente responsable de los atentados del 22 de julio, de los que es autor confeso. Las pruebas presentadas en los 42 días de juicio "apuntan claramente en la dirección de que Breivik no se encontraba en estado psicótico" al cometer los atentados, al contrario de lo que exigen las leyes noruegas para declarar a alguien no responsable penalmente, afirmó el fiscal Svein Holden. Pero el primer estudio mental que se le practicó al acusado, que lo diagnostica con esquizofrenia paranoide, plantea una "duda real", de ahí que "de acuerdo con la legislación actual, Breivik no puede ser condenado a prisión", añadió. Los fiscales consideran que en caso de duda ésta debe beneficiar al acusado y que es "peor" condenar a un psicótico a la cárcel que a un no psicótico a ser ingresado en una institución mental. La Fiscalía ya había apuntado cuando presentó la acusación en marzo que pediría tratamiento psiquiátrico para Breivik, en base al primer informe.