El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a opositores de derecha y a policías de rangos bajos de gestar un golpe de Estado en un conflicto por mejoras salariales para los agentes, que se mantienen amotinados tras rechazar un acuerdo que sus representantes firmaron con el Gobierno.

Morales leyó ayer la transcripción de supuestas comunicaciones que mantuvieron los policías movilizados para organizarse para asesinar al ministro de Gobierno, dar un golpe de Estado y enfrentarse a las Fuerzas Armadas.

"Seguramente esa gente que privatizó (empresas del Estado en el pasado) usa a algunos hermanos policías para preparar un golpe de Estado, para hacer matar al ministro de Gobierno y para enfrentar a las Fuerzas Armadas con bombas molotov", sostuvo el gobernante.

"Esa derecha se infiltra, usan a policías (...) por eso convocamos a nuestros hermanos policías que den seguridad porque la policía se ha creado para dar seguridad y no para dar inseguridad usada por la derecha", agregó. El gobernante y sus ministros hicieron estas denuncias insistentemente en las últimas horas, después de que los agentes en ocho de las nueve regiones bolivianas rechazaran un convenio que sus dirigentes firmaron hoy con las autoridades para dar fin a los motines iniciados el jueves para lograr una mejora salarial.

Pero los policías y dirigentes de la oposición rechazaron por separado las acusaciones de Morales, que son recurrentes cuando el Gobierno está acosado por los conflictos sociales.