Los líderes europeos preparan en la cumbre que comenzó ayer medidas a corto plazo para estabilizar los mercados de deuda española e italiana utilizando el fondo de rescate. Incluso Alemania, Finlandia y Países Bajos admitieron los problemas de España e Italia y se mostraron dispuestos a explorar la activación del mecanismo, pero con condiciones.

Las distintas alternativas para apoyar a Madrid y Roma han sido estudiadas por los viceministros de Economía y responsables del Tesoro de la eurozona en una teleconferencia extraordinaria convocada en paralelo al Consejo Europeo. "Estamos financiándonos a unos precios demasiado elevados y hay muchas instituciones públicas españolas que ni siquiera pueden financiarse. Esto es el tema capital", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la reunión del Partido Popular Europeo previa a la cumbre.

"En estos momentos el precio del crédito a España es evidentemente muy caro y yo creo que la Unión Europea y la Unión Económica y Monetaria tienen que ser conscientes de que esto es así y de que alguna decisión habrá que adoptar", ha reclamado el presidente del Gobierno.

Rajoy recibió el apoyo expreso del presidente francés. François Hollande ha reclamado "soluciones muy rápidas" para apoyar a España e Italia por considerar que ambos países "han hecho esfuerzos" y "no pueden soportar tipos de interés demasiado elevados" para financiarse.

También el primer ministro belga, Elio di Rupo, ha confiado en que los líderes europeos adopten medidas "urgentes" que permitan aliviar la presión de los mercados sobre la deuda de España e Italia, con el objetivo de evitar un "efecto dominó" que contagie al resto de la zona euro.

"España, Italia, Grecia, Chipre, Portugal, son países que viven grandes dificultades y si no se les ayuda habrá un efecto dominó para toda Europa, por tanto para nosotros mismos. Son, por tanto, medidas urgentes que espero que podamos tomar en estos días".

El fondo de rescate

En el mismo sentido se expresaba el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que ha señalado que espera que el Consejo Europeo adopte decisiones que estabilicen los mercados a corto plazo.

Sobre la mesa está la propuesta del primer ministro italiano, Mario Monti, que quiere que el fondo de rescate intervenga automáticamente comprando deuda cuando la prima de riesgo supere un determinado umbral, sin que el Estado miembro tenga que pedirlo y sin que la troika pida un plan de ajuste y reformas.

Incluso el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, que defiende que la solución a la crisis de deuda pasa sobre todo por recortes en los países con problemas, ha presentado una propuesta alternativa para ayudar a España e Italia a reducir sus costes de financiación.

Katainen propone que los dos países emitan bonos respaldados con activos públicos, por ejemplo patrimonio, ingresos de impuestos que se dirigirían específicamente al servicio de la deuda, lo que hizo Finlandia cuando tuvo problemas a principios de los 90.

Si estas emisiones quedan sin cubrir o si los tipos de interés que pagan España e Italia para colocar estos bonos no bajan, entonces el fondo de rescate intervendría.

Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, dijo en una entrevista al Wall Street Journal que aceptaría la intervención del fondo de rescate para ayudar a países que están haciendo reformas pero todavía sufren la presión del mercado. No obstante, reclama que esto se haga según las reglas vigentes, es decir, con petición formal de los Estados afectados y condiciones.