La presidencia chipriota de turno de la Unión Europea reconoció hoy las dificultades que se presentan para poder cerrar la negociación del marco presupuestario comunitario para 2014-2020 en sus seis meses de mandato, dadas las diferentes posturas que mantienen los países e instituciones de la UE.

"Nadie está contento al 100 % con el marco de la negociación, pero necesitamos seguir avanzando para lograr un compromiso que sea aceptable para todos (...) No es una cuestión de intereses nacionales", indicó el viceministro para Asuntos Europeos de Chipre, Andreas Mavroyiannis, en una rueda de prensa en Bruselas para presentar las prioridades de la presidencia chipriota de la UE.

Chipre, que es consciente de su "pequeño" tamaño dentro de la Unión y de los problemas de financiación de su banca (para la que ha solicitado ayuda a la UE), apela a su "entusiasmo" para crear "una Europa más relevante para sus ciudadanos", dijo Mavroyiannis, para quien el crecimiento, la cohesión social, los jóvenes y la solidaridad deben estar en el centro del proyecto europeo.

La aprobación de las llamadas "perspectivas financieras" para el periodo 2014-2020 será uno de los principales desafíos de Chipre, que recogió ayer el testigo de Dinamarca al frente de la presidencia rotatoria de la Unión.

Con la crisis económica como telón de fondo, la reticencia de algunos países a incrementar la dotación para las arcas comunitarias, como les ha solicitado la Comisión Europea, va a complicar el cierre del presupuesto plurianual.

De momento, Mavroyiannis iniciará el próximo martes una serie de contactos con los titulares o secretarios de Estado de Asuntos Europeos de los otros 26 países de la UE, una ronda que concluirá con un Consejo de Ministros el 24 de julio en Bruselas.

El embajador danés ante la UE, Jeppe Tranholm-Mikkelsen, despidió la presidencia de su país afirmando que la Unión debe "evitar divisiones más profundas e intentar construir puentes", especialmente en el campo financiero (como en la tasa a las transacciones financieras).

La negociación, en la que entrará el Parlamento Europeo a lo largo de los próximos seis meses, podría prolongarse más allá de la presidencia chipriota.

Respecto a política exterior, Mavroyiannis recalcó que continuará con los planes de ampliación de la UE sobre la base de los "méritos" de los países candidatos y una "estricta condicionalidad",

Sobre las relaciones con Ankara, que sólo reconoce la República Turca del Norte de Chipre, zona que invadió en 1974, aseguró que no permitirá que los problemas nacionales afecten a los intereses de la Unión.

Recordó que Chipre es importante en los planes de mejorar la seguridad energética de la UE, por lo que apuesta por una colaboración constructiva con la región, incluida Turquía.

Finalmente, Mavroyiannis garantizó que Siria será una prioridad para Chipre y que la presidencia aplicará las conclusiones de los ministros de Exteriores de la UE y del Consejo Europeo, que la semana pasada pidió que China y Rusia se impliquen en una "acción unida" del Consejo de Seguridad de la ONU para ejercer una "presión más robusta y efectiva" sobre el régimen de Bachar al Asad.