El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización radicada en Londres, informó de que más de 130 sirios han perdido la vida en varios puntos del país, 27 soldados sirios inclusive. El mayor número de víctimas mortales se registró en la provincia de Rif Dimashq, donde murieron 41 personas.

En la provincia de Deir el Zor, en el noreste del país, catorce civiles perecieron, diez de ellos en la capital homónima, en una ola de ataques perpetrados por las fuerzas de seguridad del régimen de Bashar al Assad. Asimismo, en el extremo opuesto del país, en el sur, trece personas perdieron la vida en la provincia de Deraa, entre ellos cuatro niños y tres miembros del brazo armado de la oposición, el Ejército Libre Sirio (ELS).

En el noroeste de Siria, en la provincia de Idlib, once personas murieron, incluido un menor, en un nuevo capítulo de violencia entre soldados sirios y combatientes del ELS. En Hama y en Homs, unas provincias golpeadas con asiduidad por la represión gubernamental, fallecieron cuatro personas, entre rebeldes y civiles, a manos del Ejército sirio.

Un total de siete personas perecieron en la provincia de Aleppo, en el noroeste del país, en tres bombardeos lanzados sobre distintos puntos de la región. Por último, siempre según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una persona perdió la vida en la provincia costera de Latakia, en el oeste de Siria, y en la provincia de Damasco.

Los Comités de Coordinación Local, en Siria, contabilizaron 174 muertos en todo el país. En el atentado registrado en Damasco, durante un entierro, habrían muerto 85 personas. En el resto del país, 16 han muerto en las provincias de Deir el Zor y en Daraa (noroeste), catorce en Hama y dos menos en Idlib. Los informes diarios de víctimas que elaboran estas organizaciones no pueden ser corroborados debido a la ausencia de periodistas desplegados sobre el terreno. Los conteos de fallecidos en Siria desde el inicio de las revueltas en marzo del año pasado difieren en función de la fuente. Naciones Unidas sostiene que las personas muertas en el país han superado las 11.000, mientras que la oposición denuncia el fallecimiento de más de 13.000.

Lo que sí parece estar claro es que al menos 30 personas han muerto en Damasco durante un funeral de un activista de la oposición que fue atacado por el Ejército con fuego de mortero, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, consideró que el texto acordado este sábado por los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para apoyar la transición política en Siria implica que el actual presidente, Bashar Al Assad, tendría que abandonar su cargo. "El texto dice específicamente que existirá un Gobierno de transición con todos sus poderes", indicó Fabius, quien aseguró que el jefe de ese nuevo ejecutivo "no será Bashar al Assad" porque los integrantes serán elegidos "por consentimiento mutuo".