El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, pidió al Consejo de Seguridad que posponga por el momento la votación prevista para hoy sobre un proyecto de resolución occidental que amenaza con sanciones al régimen de Bachar al Asad y al que Rusia se opone.

Annan planteó esa petición, que analizan en estos momentos en consultas los cinco miembros permanentes del Consejo, porque considera que existe "margen para un acuerdo" con Rusia tras sus contactos con Moscú en los últimos días, explicaron fuentes diplomáticas.

El máximo órgano de decisión de la ONU tiene previsto someter a votación a partir de las 19.00 GMT el proyecto de resolución presentado por Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania y Portugal la semana pasada para incrementar la presión sobre el régimen de Damasco mediante la amenaza de sanciones diplomáticas y económicas.

El texto, que también renueva el mandato de la Misión de Observación de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) por 45 días más, amenaza con la aplicación de sanciones bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU si el régimen no repliega antes de diez días sus tropas de los centros urbanos y detiene el uso de armamento pesado.

Tras varias jornadas de negociaciones a distintos niveles, fuentes diplomáticas daban por hecho hasta hoy el doble veto de Rusia y China a la iniciativa occidental, después de que Moscú y Pekín hayan vetado ya en dos ocasiones propuestas similares en el Consejo de Seguridad en octubre y febrero pasados.

Annan, que regresó ya a Ginebra tras reunirse en Moscú con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su titular de Exteriores, Serguéi Lavrov, considera ahora que puede haber lugar para el acercamiento entre los miembros permanentes del Consejo, por lo que ha pedido un poco más de tiempo antes de que la propuesta occidental acabe en un doble veto.

Fuentes diplomáticas señalaron que es muy probable que los países occidentales acepten posponer el voto, aunque previsiblemente se debe producir esta misma semana, ya que el mandato de los observadores occidentales expira el viernes, 20 de julio.

Moscú prefiere ampliar tres meses ese mandato y presentó también la semana pasada para ello una resolución propia que no incluye presiones concretas sobre el régimen del presidente sirio, un texto que los países occidentales consideran "insuficiente e incoherente".

Se espera así que las negociaciones entre los miembros del Consejo de Seguridad se alarguen en los próximos días a fin de lograr un acuerdo, mientras todos analizan el efecto del atentado de hoy contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco, que causó la muerte del ministro y el viceministro de Defensa sirios, entre otros, y su repercusión sobre la postura rusa y china.

Para los países occidentales del Consejo de Seguridad, ese atentado, sumado a los enfrentamientos que vive desde hace días la capital siria, pone de manifiesto la necesidad urgente de una acción del máximo órgano internacional de seguridad.

"Los atentados incrementan trágicamente la presión sobre el Consejo de Seguridad para que actúe. Siria se sumerge en el caos. Seamos claros: la responsabilidad de la escalada de la violencia reside en el régimen de Al Asad", dijo hoy ante la prensa el embajador de Alemania ante la ONU, Peter Wittig.

Wittig señaló que, tras los últimos acontecimientos, espera que "Rusia y China inicien negociaciones con contenido sobre la resolución que hay sobre la mesa" y se logre que el Consejo actúe "con acciones más fuertes" para frenar la crisis siria.