El Gobierno griego ha solicitado a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI) un crédito puente de 3.100 millones de euros con el que cubrir los bonos que vencen en agosto y que están en manos del Banco Central Europeo (BCE).

Ese dinero sería a cuenta de una partida de 31.000 millones de euros, que es parte del paquete de rescate financiero de 130.000 millones, y que según dijo a Dimitris Kanelis, portavoz del Ministerio de Finanzas, se prevé que sea entregado en septiembre.

En principio, esos 31.000 millones deberían desembolsarse también en agosto, aunque el Ministerio de Finanzas griego da ya por hecho que la entrega se retrasará a septiembre, lo que hace preciso la solicitud de ese crédito puente para poder amortizar el bono del BCE.

La aprobación del nuevo tramo de ayuda a Grecia depende de las conclusiones de los técnicos de la Unión Europea y del FMI, que llegarán a Atenas el día 26 de julio para evaluar el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por Atenas a cambio de la ayuda financiera.