Un concierto multitudinario en la plaza del Ayuntamiento de Oslo cerró ayer una jornada dedicada a honrar la memoria de las 77 víctimas laboristas de los atentados perpetrados hace un año en Noruega por el ultraderechista Anders Behring Breivik. Más de 50.000 personas, según las autoridades, abarrotaron la plaza y soportaron durante hora y media la lluvia, sujetando rosas en sus manos, para asistir a un concierto con una decena de artistas y un invitado sorpresa, el músico estadounidense Bruce Springsteen.

Springsteen, que se encuentra estos días de gira en Noruega y con cuya participación especulaban los medios de este país, se subió al escenario con su inseparable guitarrista Steve Van Zandt. Juntos interpretaron "We shall overcome", la canción protesta que se convirtió en himno del Movimiento por los derechos civiles en EEUU y que dedicó a los familiares de las víctimas y a Oslo.

Antes hubo actuaciones de otros artistas locales, mezcladas con vídeos de supervivientes de los atentados y de escritores noruegos.

Todos (al igual que el primer ministro, Jens Stoltenberg, en su discurso) enviaron un mensaje en defensa de la diversidad y de la sociedad abierta y democrática frente al terrorismo.

También acudieron varios ministros, el príncipe heredero Haakon y la princesa Marta Luisa. Springsteen abrió el tramo final del concierto, el más emotivo, que incluyó "Barn av regnbuen" (Niños del arco iris), versión al noruego hecha en 1973 por Lillebjørn Nilsen de un tema del cantautor estadounidense Pete Seeger.

"Barn av regnbuen", un tema muy popular en Noruega, fue señalado por Breivik durante el juicio contra él como ejemplo del "lavado de cerebro" que se practica en las escuelas del país. Esas palabras desencadenaron hace tres meses una convocatoria popular que acabó con miles de personas recorriendo el centro de Oslo cantando el tema.