La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, se mostraron ayer dispuestos a "todo" en defensa de la eurozona, exhibiendo la misma determinación que esgrimió ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y azuzando al alza a las bolsas del continente.

"Alemania y Francia están profundamente comprometidos con la integridad de la zona euro. Están decididos a hacer todo para proteger a la eurozona", afirmaron en la declaración conjunta que siguió a una conversación telefónica entre ambos.

No obstante, subrayaron que su disposición plena no debe animar a la inacción e instaron a Estados e instituciones a "cumplir con sus obligaciones", cada uno dentro de "su ámbito de competencias".

Entre las prioridades, agregaron, está la de implementar "rápidamente" los acuerdos de la última cumbre europea sobre integración fiscal y bancaria, algo que afecta a Bruselas y las 17 capitales que comparten la divisa común.

A este respecto también se pronunció el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que si bien aplaudió que Draghi se hubiese mostrado dispuesto a hacer "todo lo necesario", exigió de forma paralela medidas "políticas".

Cada país debe "tomar y aplicar las medidas necesarias para superar la crisis financiera y de confianza", afirmó Schäuble.

Señalando a España, destacó que las contraprestaciones por la ayuda a los bancos son un "importante paquete" de medidas para lograr "la consolidación presupuestaria" y el repunte del "crecimiento y la competitividad".

Varios medios franceses apuntaron ayer que la conversación entre Merkel y Hollande versaría principalmente sobre España, aunque la declaración conjunta no la mencionó.

La declaración conjunta siguió la línea marcada el jueves por Draghi, que zanjó una semana de gran volatilidad e incertidumbre en los mercados, de creciente presión sobre la deuda española e italiana, y de rumores sobre la posibilidad de un rescate a España.

El presidente del BCE se mostró dispuesto a hacer "todo lo necesario para preservar el euro" y subrayó que su intervención sería "suficiente" para calmar los mercados. Desde entonces, mientras los analistas exigen hechos que respalden sus palabras, varios medios han difundido los proyectos que se barajan en las instituciones europeas para atajar la crisis.

El diario francés Le Monde publicó ayer que el BCE y la eurozona estudian acabar con la cabalgada de las primas de riesgo de España e Italia.

De forma combinada, el BCE estaría dispuesto a relanzar su programa de intervenciones en el mercado secundario, aunque condicionado su actuación a que los Gobiernos se avengan a acogerse a un programa de rescate.

Por su parte, el Bundesbank alemán, guardián de la ortodoxia monetaria, reiteró ayer su oposición a que el BCE adquiera deuda soberana para rebajar tensiones.