Representantes de Pakistán y de EEUU firmarán hoy en Islamabad el documento que dicta los términos de uso de las rutas terrestres paquistaníes para los convoyes de la OTAN en dirección a Afganistán, informó una fuente diplomática.

"El acuerdo se rubricará en las próximas horas con responsables del Ministerio paquistaní de Defensa", dijo poco después de mediodía (hora local) el portavoz de la legación estadounidense en Islamabad, Mark Stroh.

El contenido del acuerdo, filtrado a algunos medios locales, no presenta sorpresas respecto a los términos anunciados por las autoridades paquistaníes a principios de julio, cuando se reabrieron las rutas tras medio año de cierre por decisión de Islamabad.

Tal y como se había adelantado, el nuevo acuerdo establece que los convoyes aliados sólo podrán transportar "cargas no letales", es decir que se prohíbe el paso de armas y municiones, aunque se marcan excepciones en el caso de equipamiento para las fuerzas afganas.

Las autoridades paquistaníes han renunciado finalmente al cobro de tasas de peaje a los suministros de la Alianza, aunque los medios recuerdan la reapertura ha ayudado a desbloquear el envío de más de mil millones de dólares en ayuda procedente de EEUU.

El uso de rutas alternativas (aéreas o por carreteras del centro de Asia) costaba a la Alianza entre 70 y 100 millones de dólares extra, según afirmó hace unas semanas un portavoz del Pentágono, John Kirby.

El nuevo acuerdo entre Pakistán y la OTAN sustituye a un documento anterior rubricado en 2004, y tendrá vigor hasta finales de 2015 a pesar de que está previsto que la retirada de las tropas aliadas de Afganistán culmine un año antes, en 2014.

Tras meses de tira y afloja, Islamabad accedió a reabrir de las rutas terrestres tras recibir por boca de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, disculpas de EEUU por un bombardeo de la OTAN que mató en noviembre de 2011 a 24 soldados paquistaníes.

Ese incidente provocó una crisis diplomática que se saldó con el veto al paso de convoyes aliados por parte de Pakistán, aún dolido por la humillación que le supuso medio año antes la incursión de un comando de EEUU para acabar con Osama Bin Laden en suelo paquistaní.