EEUU denunció ayer, por segundo año consecutivo, la represión religiosa en China, Irán y Corea del Norte, al tiempo que advirtió de una creciente ola antisemita y continuas restricciones en Cuba.

En su informe anual sobre la libertad religiosa en el mundo en 2011, el Departamento de Estado dijo que la represión religiosa continúa en países "con Gobiernos autoritarios", a los que calificó como "violadores crónicos y sistémicos" de la libertad de culto.

"En casi la mitad de los países (evaluados), los gobiernos no protegieron la libertad religiosa o no intervinieron en casos de abusos", dijo durante una rueda de prensa Suzan Johnson Cook, embajadora para asuntos de libertad de culto en el Departamento de Estado.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, que no estuvo en la divulgación del informe, expresó especial preocupación por el "tenue" respeto a la libertad de culto en Egipto, cuyo Gobierno, a su juicio, ha hecho poco por enjuiciar a los responsables de violencia sectaria.

Ese "tenue" respeto por la libertad religiosa "envía un mensaje no solo a la comunidad minoritaria sino a la comunidad en general de que no habrá consecuencias" por actos de intolerancia, dijo Clinton durante una presentación en el centro de estudios Carnegie Endowment for Peace.

Clinton estuvo en Egipto hace dos semanas, donde se reunió con cristianos que, según dijo, "están profundamente ansiosos".