El Tribunal Supremo de Brasil dio inicio ayer al considerado "juicio del siglo", en el que tres exministros y otros 35 políticos y empresarios deberán responder por escándalos que en 2005 pusieron en jaque al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

El presidente del Supremo, Carlos Ayres Britto, declaró abierta la sesión e inmediatamente leyó los nombres de los acusados del caso referido a una supuesta red de sobornos a parlamentarios y financiación ilegal de campañas políticas.

Tras esa lectura, el abogado Marcio Thomas Bastos, defensor de algunos acusados y ministro de Justicia en el Gobierno de Lula (2003-2011), solicitó al tribunal que juzgue a cada uno de ellos de forma individual y no en grupo, como se propone el Supremo, lo que comenzó a ser debatido por los jueces.

Esa petición de Bastos generó la primera gran polémica de este proceso, ya que el juez instructor, Joaquim Barbosa, la rechazó de plano al afirmar que el asunto ya había sido "discutido y decidido".

Sin embargo, el magistrado Ricardo Lewandowski, quien actúa como revisor del caso, se pronunció a favor de Bastos, lo que fue considerado por Barbosa como una "deslealtad".

En medio de las discusiones, los jueces iniciaron un debate dentro del propio proceso para decidir de forma definitiva si cabe el recurso presentado por la defensa o si vale la posición que había adoptado el Supremo inicialmente.

Entre los acusados hay miembros del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen Lula y la actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y de otras formaciones de la actual coalición de Gobierno.

Estas son el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el Partido Progresista (PP), el Partido Laborista Brasileño (PTB) y el Partido de la República (PR), creado en 2006 tras la desaparición del Partido Liberal (PL), uno de los más implicados en la trama.

Entre los procesados también hay tres exdirectivos del Banco Rural (privado) y otro del Banco do Brasil (público), tres agentes del mercado financiero, un exfuncionario del Ministerio del Trabajo y ocho empresarios del ramo de la publicidad.