La Comisión Europea (CE) espera que Grecia anuncie cuanto antes las medidas del plan de ahorro de 11.500 millones de euros para así demostrar su compromiso con las reformas y ahuyentar el fantasma de una salida del euro.

"Hay un gran esfuerzo de los líderes europeos por encontrar medidas que ayuden a Grecia y eviten una división de la Eurozona. Pero ahora la responsabilidad está en manos de Grecia", dijo ayer una fuente de la CE en Atenas, según la cual, el gobierno griego ha abandonado su intención de solicitar una prórroga en el cumplimiento de los programas de reformas impuestos por sus prestamistas a cambio de los sucesivos rescates.

Esta decisión la tomó el primer ministro tras recibir la pasada semana una advertencia telefónica del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, de que, si lo hacía, habría estados miembros que pedirían la salida e Grecia de la eurozona.

"Una prolongación del programa implicaría más financiación, que debería ser aprobada en los parlamentos nacionales, y eso parece difícil", añadió la fuente.

Para evitar una salida forzada de Grecia de la eurozona, la fuente manifestó que la Comisión espera que Samarás "además de promesas, empiece a llevarlas a la práctica", ya que "se están haciendo cosas, pero muy lentamente".

El primer ministro y sus socios de gobierno -Evangelos Venizelos, del partido socialdemócrata Pasok, y Fotis Kuvelis, del centroizquierdista Dimar- se reunieron ayer, aunque no se trataron los recortes, sino el proceso de privatizaciones y de reforma de la administración pública.