El Gobierno alemán instó hoy a evitar cualquier tipo de especulación sobre la decisión que pueda tomar este jueves el Banco Central Europeo (BCE), como institución independiente, respecto a la posibilidad de comprar deuda soberana a los países en crisis.

"Ningún Gobierno de Europa debería inmiscuirse en lo que hace el BCE, pues sería una violación más que flagrante de la independencia" de esta institución, declaró el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert.

En este sentido, rechazó emitir cualquier "suposición" sobre la decisión que pueda tomar el BCE el próximo jueves y señaló que, "desde la perspectiva teórica, expresar crítica o aprobación ya supondría una influencia política".

"La canciller (Angela Merkel) ha dicho una y otra vez que tiene total confianza en que el BCE, en el marco de su mandato y en el marco de sus funciones, está haciendo todo lo necesario, y por nuestra parte no influiremos en nada desde fuera", subrayó.

Por ello, el Ejecutivo alemán simplemente esperará "a lo que vaya a anunciar el BCE el jueves en el marco de su mandato", zanjó.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, advirtió hoy en declaraciones a la emisora pública Deutschlandfunk de que la deuda de los Estados no puede ser financiada con política monetaria, al tiempo que dijo que no se puede presionar aún más al BCE.

Recordó que el Gobierno alemán defiende esa postura y es contrario a que el BCE compre deuda soberana de los países en crisis de la zona del euro para reducir la presión de los mercados.

El titular de Finanzas se mostró, pese a todo, convencido de que el BCE no tomará durante la reunión de su consejo este jueves decisión alguna que atente contra su mandato.

Por su parte, el ministro alemán de Economía, Philipp Rösler, insistió en declaraciones que publica hoy el rotativo "Rheinische Post" en que "la compra de deuda no puede ser una solución duradera porque alimenta los peligros de inflación".

El titular de Economía respalda así en sus planteamientos a Jens Weidmann, presidente del Bundesbank (banco central alemán), quien se ha mostrado públicamente contrario a la compra de deuda soberana por el BCE.