El miembro alemán del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, dejó ayer entrever que la entidad monetaria va a intervenir en los mercados de deuda soberana, ya que la última bajada de los tipos de interés no llega a la economía real en países como España e Italia.

"Las primas de riesgo de la deuda estatal reflejan no solo el riesgo de insolvencia de algunos países, sino un riesgo del tipo de cambio, que en una Unión Monetaria (UM) no se puede producir teóricamente", aseveró Asmussen en un congreso de banca en Fráncfort organizado por el diario Handelsblatt.

"Los mercados descuentan un resquebrajamiento de la zona del euro. Para una UM estas dudas sistémicas son inaceptables", según Asmussen.

Estas dudas tienen efectos en la política monetaria común y por ello una señal de política monetaria, como la que dio el BCE en julio con la bajada de los tipos de interés, llega de forma parcial o de forma irregular a la economía real.

Asmussen explicó que las empresas pequeñas pagan actualmente en España por un crédito de hasta un millón de euros y un vencimiento de más de un año y hasta cinco años un tipo de interés del 6,5%, un máximo desde 2008.

En Italia, las empresas pequeñas pagan un interés del 6,24%, mientras las mismas empresas pagan en Alemania por el mismo crédito alrededor del 4%.

Reunión de mañana

El consejo de gobierno del BCE se reunirá mañana para discutir la política monetaria de la eurozona y los detalles del nuevo programa de compra de deuda soberana.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dará detalles de las deliberaciones tras la reunión.

Los expertos descartan que el BCE vaya a recortar de nuevo su tasa de interés rectora, dado que no funciona correctamente el mecanismo de transmisión de la política monetaria.

Asmussen defendió ayer que "al comienzo la supervisión bancaria europea se limite a los institutos sistémicos relevantes a nivel nacional y europeo". "Organizar una supervisión sobre todos los bancos de la zona del euro hasta comienzos de 2013 no es imaginable ni llevará al objetivo", sentenció.

Desde hace días se ha discutido la posibilidad de que en caso de que el BCE asuma la responsabilidad de la supervisión bancaria de la eurozona, supervise también las cajas de ahorro y los bancos regionales públicos alemanes, a lo que se opone el Gobierno germano.