El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo hoy que su oponente republicano, Mitt Romney, cree que vive todavía en la época de la Guerra Fría y su política exterior llevará a EEUU por un "torpe" camino.

"No llamas a Rusia nuestro enemigo número uno, en vez de a Al Quaeda, a menos que sigas atrapado en la era de la Guerra Fría", dijo en su discurso de aceptación en el que señaló que tanto Romney como su candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, son unos "novatos en política exterior".

"Puede que no estés preparado para hacer una visita diplomática a Pekín si no puedes visitar unos Juegos Olímpicos sin insultar a nuestro mayor aliado", ironizó Obama en referencia a las declaraciones que hizo Romney en Londres en una visita este verano en las que cuestionó si la ciudad estaba preparada para acoger los Olímpicos.

El presidente señaló que Romney ha considerado "trágico el fin de la guerra de Irak y que no nos dirá cómo acabaría él la guerra en Afganistán. Yo lo he hecho y lo voy a hacer".

"Mientras mi oponente gastaría más dinero en material militar que nuestros mandos militares ni siquiera necesitan, usaré ese dinero que no vamos a gastar más en la guerra para reducir nuestra deuda y crear empleo, construyendo carreteras, puentes, escuelas y autopistas", agregó.

Obama rindió tributo a las tropas estadounidenses, "una generación", dijo, "con la que estamos siempre en deuda" y aseguró que después de dos guerras que han costado miles de vidas y casi 3 billones de dólares, es momento de invertir en el país.

Entre los logros de su primer mandato en política exterior señaló la muerte del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, y "hemos fortalecido", recordó, "viejas alianzas y forjado nuevas alianzas para detener la amenaza nuclear".

Se refirió también a la nueva estrategia de Estados Unidos en el área del Pacífico ante la creciente influencia de China en la región.

Subrayó que en países como Libia, Birmania y Sudán del Sur, Estados Unidos ha contribuido al avance de los derechos humanos y la dignidad de sus ciudadanos, independientemente de que sean mujeres, hombres, cristianos, musulmanes o judíos.

No obstante, señaló que los retos continúan para detener las conspiraciones terroristas y frenar las aspiraciones nucleares del régimen iraní.

Por otra parte enfatizó su compromiso con aliados como Israel y deseó que los cambios que se han conseguido en el mundo árabe se definan "no por el puño de hierro de un dictador" sino por las "esperanzas y aspiraciones" de los ciudadanos.