El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, advirtió hoy a las FARC de que no habrá cese al fuego durante todas las negociaciones de paz y que el proceso "debe ser realista", en alusión a la intención de los rebeldes de incluir entre sus negociadores a un guerrillero preso en EE.UU.

"No va a haber ningún tipo de cese al fuego. Aquí no vamos a tener nada hasta que lleguemos al acuerdo final", insistió Santos tras una reunión con la cúpula militar y policial y más de 100 oficiales de las fuerzas de seguridad del Estado, que hoy le expresaron su apoyo total a los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Cuente señor presidente con nuestro apoyo y respaldo incondicional. Entendemos y comprendemos nuestro papel histórico", expresó el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, quien habló también en nombre de la Policía Nacional.

El mandatario solicitó a los militares y policías, a los que explicó pormenores del proceso de paz, que "intensifiquen su accionar" contra los rebeldes.

Esa advertencia de que no habrá cese el fuego tuvo lugar horas después de que las FARC aseguraran en La Habana que plantearán un cese de hostilidades desde el inicio de negociación.

Y sobre la eventual presencia de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, alias "Simón Trinidad", extraditado en 2004 a EE.UU. y condenado a 60 años de prisión por el secuestro de tres estadounidenses contratistas del Pentágono, Santos manifestó que el proceso "debe ser realista" y que "hay cosas que se pueden y otras que no".

Hoy la guerrilla ofreció una rueda de prensa en La Habana, ciudad que acogerá el grueso de las negociaciones, en la que informaron de que sus negociadores principales serán Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez" y número dos de las FARC, y Bertulfo Álvarez, alias "Jesús Santrich" y miembro del Estado Mayor Central.

Pero también dijeron que cuentan con que se sume como negociador "Simón Trinidad", lo que desató la polémica en Colombia, al igual que el anuncio referido al de los secuestrados, cuando los rebeldes aseguraron que no tienen cautivos en su poder, ya que los últimos fueron entregados el pasado mes de abril.

Desde Estados Unidos, una de las defensoras de "Simón Trinidad", Laurie Quince, reconoció que en términos legales "es imposible" que su cliente pueda participar en las negociaciones de paz y que la única vía "sería la diplomática".

Al respecto, el presidente del Congreso colombiano, Roy Barreras, reconoció que éste sería "un primer obstáculo complejo" en el proceso de paz, ya que "no compromete la voluntad del Gobierno colombiano sino la de otro país".

Y es que la pelota quedó en la cancha de Estados Unidos, que ahora debe decidir si permite al guerrillero viajar a Oslo, donde el 8 de octubre se inaugurarán las negociaciones, y después a La Habana.

El otro anuncio realizado por las FARC, en relación a que no tienen secuestrados, también avivó la polémica.

"Ya no hay ningún retenido por parte nuestra. Nosotros dijimos que no van a haber secuestros y ya no hay secuestros", afirmó en Cuba el guerrillero Jaime Alberto Parra, alias "Mauricio Jaramillo" o "El Médico".

Pero los familiares de secuestrados y excautivos exigieron que la guerrilla diga la verdad.

El exdiputado y exrehén Sigifredo López dijo que "las FARC deben decir a la sociedad antes del 8 de octubre qué pasó con los secuestrados que no han regresado, si aún están vivos o murieron en cautiverio o si fueron asesinados".

Y la también exsecuestrada y excandidata a la Vicepresidencia de Colombia Clara Rojas, actual directora de la organización País Libre, dijo sentirse "desconcertada" por el anuncio y confió en que los mandos guerrilleros recapaciten en este sentido.

"Es posible que comandantes de bloque o frente no estén diciendo la verdad", según Rojas, quien fue liberada en 2008 tras seis años cautiva junto a Ingrid Betancourt.