El hundimiento de un barco pesquero que transportaba un centenar de inmigrantes indocumentados ante las costas turcas, cerca de la ciudad de Esmirna, en el mar Egeo, causó ayer la muerte de 61 personas, según el vicegobernador de Esmirna, Ardahan Totuk.

Un comunicado de Gobernación, recogido por la agencia Anadolu, aclara que se ha contabilizado 12 hombres, 18 mujeres, 31 menores fallecidos.

Mientras, un total de 46 personas pudieron ser rescatadas, entre ellos dos niños, una mujer y dos tripulantes del barco.

Según las informaciones disponibles, todos los pasajeros se declararon de nacionalidad iraquí, palestina y siria. De hecho, algunas fuentes inciden en que la mayoría de ellos trataban de huir del conflicto desatado en el régimen de Damasco.

Algunos de los supervivientes de la tragedia explicaron que la mayoría de las mujeres y niños intentaban resguardarse del frío en la bodega del barco, cuando sobrevino el desastre.

El barco aparentemente chocó contra un arrecife tras alejarse unos 50 metros de la costa, informó la agencia de noticias "Dogan".

Tras ser informadas por los rescatados, las fuerzas de la gendarmería turca lanzaron una operación y detuvieron a dos ciudadanos turcos a los que consideran responsables de embarcar a los inmigrantes.

Según los testimonios de los refugiados, estos habían pagado a los dos organizadores para que les llevasen de forma clandestina a Inglaterra.

Las autoridades turcas estiman que el dispositivo para la búsqueda de más supervivientes se prolongará tres días más.

En otro orden de cosas, veinticinco soldados murieron y cuatro resultaron heridos en la explosión de un depósito de municiones en la ciudad de Afyonkarahisar, en el centro de Turquía, según confirmó ayer el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas turcas.

El comunicado atribuye la explosión a "causas aún desconocidas", mientras que las autoridades de la localidad declararon a la cadena de noticias NTV que se trataba de un accidente, "no de sabotaje ni de un ataque terrorista".

La deflagración se produjo a las 18:15 GMT del miércoles en un depósito de municiones situado en la periferia de Afyonkarahisar y provocó un incendio que fue extinguido cuatro horas más tarde.

Una veintena de militares trabajaban desde hace cinco días en el depósito, que contenía sobre todo granadas de mano.