La indignación por la divulgación en internet de un vídeo sobre la vida de Mahoma, considerado blasfemo, desató ayer un "viernes de ira" en todo el mundo musulmán, en el que perecieron siete personas y decenas más resultaron heridas.

El objeto de la crispación fueron las embajadas de EEUU repartidas por países de extremo Oriente, Asia Central, Oriente Medio y África, escenario de manifestaciones convocadas tras la oración comunitaria.

Los sucesos más cruentos se produjeron en Sudán, donde murieron tres personas y 40 resultaron heridas, así como en Túnez, donde el asalto a la legación norteamericana culminó con el deceso de otras tres personas en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad y otras 28 sufrieron heridas.

Según los testigos, un grupo de extremistas atacó con cócteles molotov la misión, ubicada en Túnez capital, saltó el primer muro, incendió parte del jardín y rompió cristales antes de ser repelidos. Otro grupo arremetió contra el Colegio Americano, una parte de la cual quedó reducida a cenizas.

Similar situación se vivió en Jartum, donde los manifestantes trataron de asaltar las embajadas de Alemania y el Reino Unido, antes de dirigirse a la sede diplomática estadounidense, donde grupos radicales se enfrentaron a la Policía.

En el Líbano, donde hubo un fallecido y varios heridos en la ciudad septentrional de Trípoli, los manifestantes incendiaron un restaurante de la cadena estadounidense de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC), un hecho que coincidió con el inicio de la visita al país del papa Benedicto XVI.

Mientras, lemas de tinte religioso volvieron a escucharse ayer en la manifestación convocada en la plaza Tahrir de El Cairo, cercana a la embajada estadounidense, en cuyos alrededores prosiguieron los enfrentamientos, que ya han dejado más de 250 heridos desde el asalto a dicha sede diplomática, el martes pasado. Sin embargo, la situación era tensa frente a la legación diplomática, después de que por la mañana decenas de jóvenes lanzaran piedras contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y comenzó a construir un muro para proteger la embajada.

Las protestas no se limitaron solo a El Cairo, porque una base militar de la Fuerza Internacional de la ONU en el Sinaí fue atacada por manifestantes, en un suceso que desembocó en un tiroteo que causó heridas a tres efectivos colombianos de ese contingente.

En la capital el Yemen, la policía disparó al aire y lanzó cañones de agua para dispersar a los manifestantes frente a la embajada de Estados Unidos, a la que habían conseguido acceder brevemente en la víspera. Para reforzar la seguridad de esta sede y de los diplomáticos estadounidenses en Saná, el Pentágono confirmó ayer la llegada de unos cincuenta marines.