El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, aboga por la reforma de la ONU para acabar con el desplazamiento de personas en el mundo, en una reunión con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, según informó ayer la agencia de noticias de Irán (IRNA).

"Nadie debe estar desplazado, porque ése es un sufrimiento que se impone a los humanos debido a la política regional e internacional de las potencias arrogantes (EEUU y sus aliados)", dijo Ahmadineyad, quien agregó: "En consecuencia, el sistema de gobierno de la comunidad internacional se debe reformar", en referencia a la ONU.

Tras criticar a Naciones Unidas, Ahmadineyad apuntó que, sin embargo, considera al ACNUR "entre las raras organizaciones internacionales" que actúa con independencia de la "política del sistema hegemónico", en referencia al derecho de veto de las grandes potencias en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque los refugiados reconocidos oficialmente por el ACNUR en Irán son algo menos de un millón (cerca de 900.000 afganos y unos 45.000 iraquíes), se calcula que más de un millón de indocumentados procedentes de Afganistán y un número indeterminado de Irak residen en el país, el segundo del mundo en acogimiento de refugiados.