El tribunal internacional que juzga el genocidio de Camboya puso ayer en libertad "con condiciones provisionales" a la exministra de Asuntos Sociales del Jemer Rojo Ieng Thirith, ante la imposibilidad de juzgarla debido a la demencia que padece. La Corte Suprema del tribunal ordenó la excarcelación tres días después de que los jueces decidieran suspender los cargos y detener indefinidamente el proceso judicial en contra de la acusada a raíz de que se le diagnosticara alzhéimer.

En la orden de puesta en libertad, la última instancia del tribunal impuso como condición la obligatoriedad de Ieng Thirith de comunicar a la corte su residencia y de no cambiarla sin autorización previa.

También le ordenó que entregue el pasaporte y cualquier otro documento de viaje, que permanezca en Camboya y que responda ante cualquier citación del tribunal.

En una nota, la Corte Suprema indicó que estas medidas son provisionales hasta que haya una resolución sobre el recurso que la fiscalía presentó el viernes pidiendo condiciones más estrictas a la excarcelación de Thirith. Los fiscales admitieron la incapacidad de la acusada pero exigieron garantías de que esta no abandona el país, no interfiere en el proceso judicial y que se realiza un seguimiento constante de su estado de salud.

Thirith, de 79 años, estaba acusada por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, cargos por los que también están imputados los otros tres exdirigentes del Jemer Rojo que aun están vivos, por su responsabilidad en la muerte de al menos 1,7 millones de personas entre 1975 y 1979.